Rey y la ley
El postulado morado de “servir al Partido para servir al pueblo”, quedó en el pasado, en los tiempos en que la organización política surgida de un desprendimiento brusco del PRD presentó credenciales, con poca o ninguna posibilidad a la vista de convertirse en opción de poder a corto plazo.
El mentor de ese compromiso y fundador del PLD, el profesor Bosch, murió sin verlo llegar a gobernar. Desde el poder -lo que ocurrió por coyuntura especial en la que la figura del doctor Balaguer fue determinante-, los que le sucedieron vinieron con visión, prácticas y criterios diferentes. No hay dudas –y contra todo cuestionamiento razonable y otros productos de mera mezquindad o de una oposición entendibleque el PLD tiene una obra de gobierno, en términos de modernización, de crecimiento y de desarrollo del país. Pero ojo, con respecto a algunas cosas, actos y acciones, muchas veces no se han guardado las formas. Y ese caer en el paquete o terminar haciendo muchas de las cosas hechas por el montón al pasar por el poder, le ha hecho mucho daño a la imagen. Aunque, con todo y el desgaste propio del ejercicio gubernamental, el partido liderado en la actualidad por Leonel Fernández y Danilo Medina sigue teniendo primacía en el posicionamiento. Por ejemplo, a muchos le “rechino” la expresión lapidaria de una de las figuras tradicionales del peledeísmo, de que “en política se hace lo que conviene”, sin diferenciar si lo que conviene a la organización o al país y a la mayoría de los dominicanos, es como debe ser. En la práctica, sin embargo, se ve –y se sufre- cómo los intereses y las conveniencias político-partidarias o de grupos, se sobreponen a lo colectivo o a lo institucional, que termina ignorado o tirado por el suelo. Es el caso –y objeto de estas líneas, a modo de reflexión y de preocupación– de la Ley de Partidos Políticos y la Electoral, de la que se habla poco, presas ambas de un “tranque” en el Comité Político del PLD, y ahora dejadas sobre la mesa por la comisión bicameral del Congreso que ha tratado de consensuarla con distintos sectores nacionales, a la espera de que el liderazgo morado se ponga de acuerdo y “abra la compuerta” para su aprobación (¿). En ese dejar sobre la mesa y esperar la recomendación que hagan al CP del PLD cinco constitucionalistas, aun no escogidos, se corre el riesgo de que estas iniciativas de ley - de urgente necesidad para disciplinar y controlar a los partidos,y para que la JCE tenga base para poner regla y orden- se puedan caer. ¿Es lo que se busca? Ojalá prime la prudencia y la responsabilidad institucional. Y va para Reinaldo, que como árbitro, no de ser parte ni opinar, porque lo invalida (¿).