¿UNA DOBLE MATANZA?
Al catedrático y abogado Yuniol Ramírez no solo lo mataron físicamente, sino que ahora parece que también lo pretenden liquidar moralmente.
La acusación del ministerio público de que Ramírez “habría estado extorsionando” al director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses, ingeniero Manuel Antonio Rivas, ha sido el último tiro de gracia de su tragedia.
Lo que luce incontrovertible es que, en el origen de la desgracia que segó la vida del joven abogado, gravita un acto de corrupción que se ha pretendido ocultar y bajo cuyo pretexto el director de la OMSA habría accedido a entrar en un trato de tapadera pagando una suma de 4 millones de pesos, de la cual, presuntamente, se le avanzó un millón de pesos al hoy occiso. Esta admisión es tan grave como el hecho mismo del brutal homicidio. Ni se justifica el presunto acto de corrupción, ni tampoco que en el interés de ocultarlo a la justicia se tomara la decisión de asesinar al abogado para presentarlo ahora como un extorsionador. Es como lo que ocurre con los feminicidas. Se dice que mata por celos o por asuntos pasionales, como si este argumento justificara el asesinato.
El comunicado emitido ayer por la Policía y el ministerio público, priorizando el supuesto episodio de la extorsión, antes que dar detalles concretos del homicidio, equivale a una doble matanza. Si es verdad que le habrían dado un millón de pesos, ¿por qué habría que asesinar a Ramírez si ya se estaba cumpliendo la primera fase del supuesto trato de tapadera?
Si la investigación está en curso, ¿a qué viene la prisa por avanzar detalles “preliminares” que pudieran entorpecerla en el futuro, provocando incluso la ocultación o contaminación de pruebas fundamentales de uno y otro caso?
El detalle “preliminar” más escandaloso es que el crimen es el resultado de un intento de tapadera de un acto de corrupción en la OMSA, cuyas dimensiones se desconocen y hasta podrían desconocerse en lo absoluto en el futuro.
Esta investigación es, francamente, insatisfactoria, porque no toca fondo en ninguno de los dos factores potenciales que rodean este episodio, dejando muchos elementos importantes en nebulosa, que la hacen, ante la opinión pública, bastante suspicaz.