País aún no alcanza potencial de remesas
(+) Los resultados del estudio realizado por el CIES muestran que la migración puede paliar las retricciones créditicias y contribuir positivamente a la inversión de capital.
República Dominicana no ha alcanzado el pleno potencial de desarrollo de la migración y las remesas. Así lo indica el estudio “Interacciones entre Políticas Públicas, Migración y Desarrollo en República Dominicana”.
Según explican los autores, las remesas y la migración de retorno tienen un impacto limitado sobre las inversiones empresariales, y las remesas paracen reducir los incentivos para que los miembros del hogar que se quedan atrás busquen trabajo, especialmente las mujeres.
El estudio presentado por el Centro de Investigaciones y Estudios Sociales (CIES) en la Universidad Iberoamericana y el Centro de Desarrollo de la OCDE plantea que las remesas pueden financiar inversiones de capital productivo en forma de negocios y bienes inmuebles.
Explica que los migrantes de retorno pueden aportar fondos, competencias empresariales y valiosas redes de contactos.
Refiere el estudio que la migración influye sobre cinco sectores en el país; el mercado laboral, la agricultura, la educación, la inversión y los servicios financieros, y la protección social y la salud.
Indica que la migración supone un estímulo para las inversiones en capital humano, ya que muchos hogares con emigrantes y migrantes de retorno gastan más en educación y procuran el cambio de sus descendientes de entidades públicas a privadas.
Asimismo, explica que la migración de retorno incentiva mayor competencia del capital humano con el retorno de emigrantes con nuevas capacitaciones adquiridas en el extranjero.
Los resultados de este estudio muestran una nueva perspectiva sobre la dinámica de la inmigración en el país, señalando que la misma ayuda a contrarrestar la pérdida de mano de obra causada por migración de dominicanos a otros países.
Agregan los investigadores en sus conclusiones que la migración tiene impactos sociales y económicos positivos y negativos sobre los hogares dominicanos, y sobre el país en sentido general, por lo que las políticas públicas se deben enfocar en dimensionar el potencial positivo de la migración en el país y reducir los efectos negativos.