TEATRO: DESMITIFICANDO LOS RUNRUNES Y LAS UTOPÍAS
"Run Run", bajo la dirección de Miguel Espinoza, logra una propuesta dueña no solo de ese guiño de entretenimiento para el público, sino de un mensaje que cala en la percepción de todos.
Aunque toda opinión/reflexión de cuál debería ser la función o papel del teatro social en estos años y en estos tiempos que corren, lo cierto es que, algunos grupos, agrupaciones y colectivos teatrales dominicanos si lo están asumiendo más allá del aspecto formal de la escritura de textos como su escenificación.
En tal sentido, un atrayente realizador teatral como lo es el chileno Miguel Espinoza, así como un novel grupo de teatro (Utopía Laboratorio Teatral del Gesto y Movimiento, 2014), han logrado exponer con acierto y reflexión una propuesta dueña no solo de ese guiño de válvula de distracción de fin de semana para el público, sino de un mensaje que cala en la percepción de los presentes en la sala en Santiago de los Caballeros.
Me refiero al meritorio espectáculo, “Run Rún”, sino mucho más allá que ha contado con la creación colectiva del grupo y ha sumado la dirección del propio Miguel Espinoza.
En su fondo temático se abordan varias historias con referencias urbanas al día a día, llevadas al escenario con un punto de vista crítico social, seductor y con un alto contenido de humor mordaz y concluyente.
Esto se traduce en una experiencia innovadora y siempre actual para el público. Los temas sociales son asuntos desde esa necesidad de cuestionarlos, ya que es factor combativo que destroza y desvía a pueblos, naciones, países y sociedades.
Su trama sencilla, expone varias micro historias que se van hilando entre sí, cuyas fronteras quedan separadas más por la intolerancia de sus hombres y mujeres, lo cual causa la ruptura de sueños y esperanzas. Solo el cariño y la tolerancia del otro harán que la reconciliación sea ese vínculo transcendental para vivir en una sociedad mejor y más armónica.
Trabajo de puesta en escena llena de sinceridad tanto para los aspectos formales de los elementos minimalista que integran desde lo visual como la creación y realización de las máscaras expresivas de Raquel Rodríguez, pasando por el diseño de vestuario a cargo de la agrupación Utopía y así los aportes en materia de diseño sonoro del propio Espinoza.