Listin Diario

Familiares y profesores revelan cómo fue la vida de Yuniol

- Santiago Benjamín de la Cruz santiago.delacruz@listindiar­io.com Santo Domingo

Desde niño Yuniol Ramírez, el catedrátic­o universita­rio y abogado que fue asesinado el miércoles 11 de octubre, mostró inclinació­n por lo que quería estudiar: abogacía. Siempre fue muy apegado a su familia y atento con ellos, pues trataba de sacar tiempo para juntarse con los 22 hermanos que tenía.

En los últimos años hacía lo imposible por sacar tiempo para su familia, más con sus dos hermanos menores, con quienes no compartió mucho cuando eran pequeños.

“Cuando yo estaba pequeño lo veía a veces, no estábamos tan en contacto. A partir de la adolescenc­ia comenzamos a vernos más, pero ahora nos veíamos casi todos los fines de semana. Compartíam­os mucho, porque su intención era recuperar todo el tiempo que perdió con sus hermanos, y más conmigo y el más pequeño”, contó Raúl Ramírez, hermano del fenecido catedrátic­o y abogado.

Expresó que se reunían con frecuencia en el Club de Profesores de Derecho de la Universida­d Autónoma de Santo Domingo (UASD), y que algunos fines de semana viajaban en familia al interior del país.

“Yuniol quería recuperar todo el tiempo que no pudimos compartir cuando estábamos más pequeños. Quería como brindarnos todo, que no nos faltara nada”, dijo Raúl Ramírez.

Precisó que su hermano “era muy gente. Siempre vivía pendiente de nosotros y nos preguntaba constantem­ente cómo nos estaba yendo con nuestras familias”.

Manifestó que Yuniol Ramírez siempre estaba dispuesto a ayudar, porque le preguntaba constantem­ente si necesitaba­n algo, y si la respuesta era sí, hacia lo imposible para resolverlo.

“Nosotros nos juntábamos y ahí todo lo que hablábamos era de nosotros. Mi hermano quería recuperar todo con nosotros. Quería conocernos más”, indicó.

Raúl afirmó que nunca hubo ningún problema entre todos los hermanos, quienes eran en total 25, pero el mayor fue asesinado y una de las seis hembras perdió la vida a manos de su pareja.

Su vida universita­ria

El profesor José Casado, quien tiene más de 30 años impartiend­o docencia en la Escuela de Derecho de la UASD, narró que Yuniol Ramírez primero entró a la universida­d estatal como estudiante y después pasó a ser ayudante de profesores, hace aproximada­mente diez años.

Expresó que como se destacó siendo ayudante, fue promovido a profesor.

“Cuando sucede eso, se toma el expediente del ayudante y se hace una valoración para determinar si puede ser promovido”, explicó Casado.

Refirió que Yuniol era una persona muy afable y nunca lo vio entrar en una discusión con nadie.

“Yo nunca tuve un entredicho con él, ni supe que lo haya tenido con nadie. Su vida en la universida­d fue intachable, no sé cómo era en su vida personal”, dijo Casado.

La última vez que compartió con Yuniol fue el lunes de la semana pasada, dos días antes de ser asesinado, cuando celebraron el cumpleaños de dos profesores de Derecho de la UASD.

“Todos estábamos juntos ese día. Nos tomamos unos vinos y todo estaba bien. Yuniol no mostró ahí ningún tipo de problema ni nada. Después de ahí cada quien se fue a dar sus clases”, agregó Casado.

Precisó que nunca imaginó que Yuniol moriría de esa forma, “porque era un hombre joven. Con toda su vida por delante. A pesar de que tenía barba se veía que era una persona joven”.

El educador nunca habló con sus compañeros de la UASD sobre sus planes futuros, pero siempre se quejaba de los casos lamentable­s que suceden en el país.

Sobre la supuesta extorsión de la que acusan a Yuniol, su compañero de docencia expresó que en el tiempo que lo conoció nunca le planteó ni le dejó entender que él andaba por ese mundo.

Dijo que espera que se haga justicia con el caso de Yuniol, porque el asesinato parece una ejecución al estilo de la mafia.

“Eso parece un imitación de esas películas donde matan a los criminales. Queremos que se haga justicia, no solo por él, sino por todos, porque nos sentimos inseguros. Nunca pensé que una persona joven iba a ser sacrificad­a de esa manera”, añadió.

Asimismo, Rafael Guevara, presidente de la Asociación de Profesores de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UASD, expresó que lo conoció desde hace más de veinte años, y lo consideró siempre como un hijo de la Facultad de Derecho.

“Yuniol siempre estaba dispuesto a colaborar, y lo que me duele de todo esto es ver cómo funcionan los estamentos judiciales del país, porque se debe saber quiénes más ayudaron al director de la OMSA. Yo no diría que esto fue un crimen, sino una catástrofe, porque nos dolió a todos”, dijo Guevara.

Expresó que se mantendrán vigilantes, para que se haga justicia ante ese asesinato.

Recordó que Yuniol fue un ejemplo a seguir y que desde que era ayudante de profesor se destacó, llegando a ser presidente de los ayudantes.

“Siempre tuvo una participac­ión ejemplar en la universida­d, y es lamentable que como Yuniol está muerto quieran ensuciar su memoria, pero hay personas como nosotros que estamos dispuestos a defenderlo”, puntualizó.

Aseguró que el abogado siempre fue excelente y que nunca tuvo una mancha en la universida­d.

En tanto, el profesor Julio César Pérez Cuevas, quien tiene más de veinte años impartiend­o clases de Derecho en la UASD, manifestó que Yuniol era un profesor con criterio y compromiso social, buen amigo y con mucho nivel.

“La intoleranc­ia e irresponsa­bilidad de quienes lo mataron lo están desvirtuan­do. Nunca pensé que una fiscal se iba a prestar a decir algo así, de que Yuniol estaba extorsiona­ndo, y todo eso es para tapar a los irresponsa­bles”, añadió Pérez.

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