El dilema de reforma fiscal de EEUU
La administración Trump apuntala una reforma fiscal que baje la tasa impositiva para expandir la economía. Sería esta reforma uno de los próximos pasos del inquilino de la Casa Blanca para cumplir una de sus promesas. La idea que tiene el gobierno es de bajar de un 35% a un 15%, según los números del gobierno republicano. Una encuesta de CNN dijo que el 52% de los norteamericanos se oponen la reforma. Esto sin lugar a dudas y aquí coinciden muchos expertos norteamericanos, beneficiaría más a las grandes corporaciones, aunque éstas nunca han pagado las tasas elevadas que dice el papel. Lo que hay que ver es cuál sería el impacto en las pequeñas y medianas empresas que constituyen la mayoría en la actividad empresarial en los Estados Unidos. Muchos se preguntan, sin embargo, es cómo sería esta reforma con la presencia de un déficit que aún tiene la economía más grande del planeta (Se estima un déficit fiscal este año de 559,000 millones de dólares equivalente a 2,9% del Producto Interno Bruto (PIB) El dilema que se plantea es hasta qué punto podrían bajarse los impuestos sin agravar el déficit. El secretario del Tesoro Steven Mnuchin, ha adelantado que es poco probable alcanzar ese objetivo de reducción, pero sí llegar a un nivel competitivo. La economía registró en este segundo trimestre un crecimiento sobre el PIB de un 3.0% uno de los más elevados desde la crisis de 2007-2009. Este crecimiento ha sido impulsado por fuertes gastos del consumidor en bienes y servicios, destacándose la compra de automóviles. La economía ha creado 16.6 millones de nuevos puestos de trabajo desde 2010, situando la tasa de desempleo en 4.4% (pleno empleo). En estos tiempos, la economía arrastra una cola de beneficios con ganancias atractivas en las bolsas de valores. Los pronósticos bursátiles siguen siendo positivos en cuanto a los dividendos. Sin embargo, los vaticinios para el segundo semestre del 2018, es de un optimismo reservado en cuanto a las ganancias. En resumen, si la reforma va como la quiere Trump, lo que hay que ver es el impacto en la economía real ante una baja de los impuestos en medio de un déficit fiscal relativamente elevado. Con relación a este tema, en el país han empezado los augurios sobre el impacto que tendría en la economía dominicana la propuesta fiscal de Trump en el flujo de inversiones hacia el país. Sin embargo, si la economía dominicana es la segunda en crecimiento en la región y si la economía americana continúa su ritmo positivo, dicho impacto no tendría consecuencias algunas de consideración. La economía dominicana goza de una posición relativamente saludable y sus perspectivas es de continuar creciendo en el 2018 es de un 5,1%, según previsiones preliminares de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) El déficit fiscal dominicano es estimado en 2,2% el cual es de un nivel sostenible, manejable y no preocupante. La calificación del país está en (-) BB.