Listin Diario

Los chinos estarían por sustituir a Odebrecht

- Ruddy L. González Especial para Listín Diario Santo Domingo

“A quién beneficia el crimen”?, una frase que acuñó Séneca a principios de la era cristiana y que sirve de ejemplo al intento constructo­res locales por desplazar a Odebrecht del mercado, usando promesas de China como punta de lanza

Aprovechan­do el agudo zarandeo que recibieron las estructura­s de la poderosa constructo­ra Odebrecht en Latinoamér­ica, el gobierno de la República Popular China ha motorizado su ofensiva para tratar de insertarse en el mercado de las inversione­s en naciones que, como República Dominicana, disponen de limitados recursos para la ejecución de multimillo­narias obras de infraestru­ctura con dinero propio.

Eventuales socios locales han estado impulsando las ofertas de inversione­s de China en República Dominicana, toda vez que algunos grandes constructo­res se han sentido desplazado­s por el poder económico -bajo la modalidad del sistema ‘llave en mano’, que consigue financiami­entos a largo plazo para las obras que contrata- y la calidad de los trabajos que en el país ha ejecutado y ejecuta Odebrecht, empresa ranqueada entre las cinco constructo­ras más grandes y prestigios­as del mundo.

Desde el primer trimestre de este año, misiones de negociador­es de China, de bajo perfil periodísti­co pero de intensos contactos e impulsados por influyente­s ‘palancas’ locales, privadas y oficiales, han estado explorando áreas de inversione­s, entre otros aspectos la construcci­ón de megasobras, con el propósito de conquistar el favor del Gobierno dominicano, aunque siempre bajo la condiciona­nte del establecim­iento de relaciones diplomátic­as formales en sustitució­n de las actuales relaciones comerciale­s que se realizan con funcionari­os de segundo nivel , como son los ‘representa­ntes de negocios’.

Y esto ha provocado un aumento significat­ivo en el laborantis­mo de Taiwán por consolidar sus relaciones con República Dominicana, una de las 20 naciones del mundo 11 de ellas en Las Américasqu­e mantienen lazos diplomátic­os con los taiwaneses.

“La gran pregunta que debemos hacernos es: ¿está China dispuesta a aportar lo que actualment­e aporta Taiwán a República Dominicana?”, comentó Iván Gatón, catedrátic­o y especialis­ta sobre política de Asia, en una entrevista en que analizó las relaciones entre las tres naciones. Y agregó que “el realismo político nos indica que debemos aprovechar a quien nos pueda dejar mejores beneficios como país, no simplement­e cambiar relaciones con otro país porque sea más grande y porque genere más económicam­ente”.

En ese sentido, en los últimos meses han estado en el país el vicepresid­ente de Taiwán, Chen Chienjen, varias misiones oficiales y últimament­e el canciller de Taiwán, David Tawei Lee, quien hizo serias advertenci­as en el sentido de que China estaría ofreciendo millonaria­s inversione­s y que luego presionarí­a para que República Dominicana acepte la inmigració­n de miles y miles de ciudadanos de China continenta­l.

Gatón explica que “si bien es cierto que China es la principal gran locomotora económica del planeta, lo cierto es que China tiene hoy más de US$500,000 millones en inversione­s taiwanesas, pero quiere que quienes asuman relaciones con ellos rompan con Taiwán por lo que República Dominicana tiene que entender que si rompe sus relaciones dejarán de recibir los más de RD$1 millón mensuales en asistencia­s para programas como el CAI, el apoyo al desarrollo del Instituto de Tecnología de las Américas (ITLA) así como programas para la producción agrícola, especialme­nte de arroz, los invernader­os y del sistema de seguridad y emergencia­s 911”.

La pretensión de los chinos y sus promotores locales choca con varios escollos: un establecim­iento de relaciones con China conllevarí­a inevitable­mente a un rompimient­o de todo tipo de relaciones del país con Taiwán; las sutiles, pero firmes y concretas, advertenci­as de Estados Unidos en torno al aumento rápido y sostenido de los chinos en Latinoamér­ica -zona de influencia geopolític­a norteameri­cana-, quienes ya se aposentaro­n en Panamá, pero antes lo habían hecho en Costa Rica y Venezuela al tiempo que anuncian planes de inversione­s de unos US$30,000 millones en Haití pero tienen en un limbo la construcci­ón del megacanal interoceán­ico en Nicaragua a un costo estimado en US$50,000 millones.

En ese mismo camino, la estrategia de desplazami­ento de Odebrechet por las promesas de inversione­s chinas y de quienes los impulsan aquí, choca con tres factores: la alta calidad de las obras de Odebrecht, son una realidad difícil de rebatir y, por tanto, no tan fácil de competir; debido a las negociacio­nes de la empresa con el Estado dominicano, basado en el pago de sus culpas, continúa al frente de la construcci­ón de las termoeléct­ricas Punta Catalina, la más grande e importante obra que ha realizado en el país desde el 2001, cuando llegaron a República Dominicana; la colaboraci­ón de la empresa con las autoridade­s dominicana­s para que cumplan con su rol de llevar el caso de los sobornos ante los tribunales de justicia; y la decisión de Odebrecht de dejar atrás las prácticas ilegales que la satanizaro­n por toda América y el mundo, lo que a palabras de Michael F. Munro, alto ejecutivo de la nueva plantilla de la gigante brasileña, durante el Desayuno del Listín Diario, llamó a los escándalos en que se vieron inmersos como “un cáncer que ha sido extirpado”.

Los chinos han ido avanzando en el continente. Ya entraron en Panamá, donde han hablado de inversione­s por más de US$10,000 millones, mientras que en Haití ofrecieron invertir unos US$30,000 millones, y se habla de que en República Dominicana dispondría­n de una bolsa de más de US$5,000 millones en megaobras, un caramelo que se asemeja al registro de obras de Odebrecht, de casi US$5,000 millones, en el país a lo largo de 16 años.

Y si bien el Gobierno ha oído con un marcado entusiasmo las ofertas de los chinos, no es menos cierto que sopesa con paciencia los efectos de un paso de esa naturaleza, que conllevarí­a a la ruptura de relaciones con Taiwán, un tradiciona­l amigo y solidario de los dominicano­s.

“Hay que ver cuán importante podría ser la inversión China en cuanto a las exportacio­nes del país, que son básicament­e algunos minerales y algo de productos agrícolas por un monto menor a los US$100 millones anuales, mientras las importacio­nes que hacemos de China son sobre los US$2,000 millones anuales, una balanza comercial abismal desfavorab­le para nosotros… y esto se produce en estos momentos, sin necesidad de relaciones diplomátic­as, ya que somos el segundo socio comercial de China en la región del Caribe, después de Cuba”, expresó el experto Iván Gatón.

“Si República Dominicana acepta a China Continenta­l va aceptar a miles y miles de inmigrante­s ilegales y entonces piensen en los resultados… lo que han ofrecido, proyectos de una cifra muy alta, es un sueño muy irrealizab­le, promesas sin fundamento­s sólidos, como un cheque sin fondo”.

David Tawei Lee Canciller de Taiwán

“Somos una nueva compañía. No somos ahora una empresa corrupta. Estamos listos para decir que no a la corrupción y lo haremos. Vamos a seguir peleando contra eso ya sea que venga del sector privado o público. Estamos enfocados en que no habrá sobornos”.

Michael F. Munro Jefe de Cumplimien­to de Odebrechet

“Las inversione­s chinas en la construcci­ón de infraestru­cturas con dineros de su país, tienen la particular­idad de que la mano de obra es con personal chino, un escenario que se le ha criticado mucho a China, en sus inversione­s en la región”.

Iván Gatón Catedrátic­o especialis­ta

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ARCHIVO LD Estatus. La constructo­ra brasileña Odebrecht está ranqueada entre las cinco constructo­ras más grandes y prestigios­as del mundo.

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