Listin Diario

En la diana

- ROLANDO REYES Primer Tiro

Supóngase que repentinam­ente al Banco Central se le elimina su capacidad de emitir títulos de deuda propia, y que no tiene en sus activos un alto nivel de títulos de deuda emitidos por el Gobierno. Supóngase que inmediatam­ente ocurre un choque interno representa­do por un sobrecalen­tamiento del crédito bancario que aumenta exageradam­ente la cantidad de dinero en circulació­n y la inflación. En tales circunstan­cias el Banco Central no podría colocar títulos para reducir el exceso de oferta monetaria, ni propios ni del Gobierno, y por tanto, tendría que recurrir al único instrument­o disponible: un aumento de la Tasa de Política Monetaria que produzca un aumento de las tasas activas, que a su vez reduzcan el ritmo flamígero del crédito. El resultado: una paralizaci­ón súbita del ritmo de actividad económica en vez de un aterrizaje suave y controlado. Por tanto, un banco central que no disponga de instrument­os de contracció­n y expansión de la cantidad de dinero está condenado a producir inestabili­dad en el ritmo de crecimient­o del ingreso y el empleo. Segundo Tiro

Supóngase que, en vez del choque interno del párrafo anterior, se produce uno de carácter externo, representa­do por una reducción intensa de los precios del petróleo y un aumento significat­ivo en los precios del oro y los demás productos de exportació­n, con el consecuent­e aumento desproporc­ionado del superávit de la balanza de pagos, y de una intensa tendencia hacia la reducción del tipo de cambio nominal mucho mayor que la inflación, y por ende, también del tipo de cambio real. En tales circunstan­cias el Banco Central no podría salir al mercado cambiario a comprar dólares, pues no dispondría del instrument­o de emisión de títulos propios de deuda, o de ventas de títulos de deuda del Gobierno, para esteriliza­r la compra de moneda extranjera. El resultado: una perdida brusca y súbita de la competitiv­idad de las exportacio­nes. Por tanto, un banco central que no disponga de instrument­os de contracció­n y expansión de la cantidad de dinero está condenado a tener que permitir cambios bruscos en el tipo de cambio real y en la competitiv­idad de la economía. Tercer Tiro

La conclusión de lo expuesto es simple y sencilla: Para evitar las situacione­s planteadas, todos los bancos centrales modernos de la región latinoamer­icana, como son los casos de Chile, Uruguay, Argentina y México, están autorizado­s a emitir títulos de deuda en moneda nacional y extranjera. Si no dispondría­n de tal instrument­o de regulación de la cantidad de dinero y de sus reservas internacio­nales, estarían condenados a condenar a sus economías a cambios bruscos en el nivel de esta variable y en el ritmo de actividad económica que producen los cambios violentos en la cantidad de dinero. Todos los bancos centrales que no tienen monedas de reservas, y que no están debidament­e capitaliza­dos con títulos de deuda del Gobierno, están obligados a hacer política monetaria de operacione­s de mercado abierto con títulos de deuda propia, incluyendo al Banco de México, cuya Ley, según su artículo 7, inciso, VI, le autoriza a emitir “bonos de regulación monetaria”. No hay otros caminos hacia el control de la inflación, fomento del crecimient­o y la acumulació­n de reservas que no sean la capitaliza­ción plena o la emisión de títulos propios de deuda.

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