Vuelve la Pascua y la misma crisis
Época de Navidad, los medios dedican artículos y espacios al tema. Es conversación obligada, se respira en el ambiente; nadie puede sustraerse a su embrujo. Pero... el mundo anda patas arriba, la crisis económica arropa a los países más poderosos. Los esfuerzos del comercio, el área publicitaria y los gobiernos para masificar y homogenizar las festividades no son suficientes. El fantasma de la crisis asoma por todas partes y se nota cada vez más, la espantosa brecha entre los más ricos y los demás que cada día se empobrecen más. Para los niños es la época más emocionante y maravillosa del año, cuando esperan con ansiedad la llegada de Santa Claus y los Reyes Magos, para ver cristalizados sus anhelos y obtener el juguete anhelado, aunque ahora la tecnología los ha secuestrado y los juegos electrónicos capturan su ingenuo y bello espíritu. Sin embargo la mayoría no participa de ese regocijo; ven y oyen sobre el feliz acontecimiento y sueñan con obtener algún juguete también. Los padres se las ven negras porque para ellos esta época es como las demás, escasa y dura. Con mucho esfuerzo lograrán preparar una cena algo mejor para la Nochebuena y, tal vez, comprar algún juguetico barato para calmar los anhelos de sus hijos, aunque en otros hogares esto no será posible, ante la mirada del sonriente Santa Claus que ha invadido todos los espacios publicitarios.