LA LECCIÓN QUE NO SE DIO A CATALUÑA
La decisión del Parlament y del Govern de declarar la independencia catalana mediante acciones ilegales raya en la inmadurez.
Tras varias semanas de escaramuzas, luego del referéndum del 1 de octubre en Cataluña declarado ilegal por el Tribunal Constitucional Español, el Parlament y el Govern, decidieron declarar mediante resolución la independencia de Cataluña de España el pasado viernes 27 de Octubre.
Como consecuencia de esta acción, el Gobierno español con la aprobación del Senado, decidió aplicar el artículo 155 de la Constitución que permite a la autoridad central, la intervención de las autoridades autonómicas, cuando hay una actuación anticonstitucional e ilegal de esas autoridades, como es la de pretender el desmembrar de España una parte de su territorio.
La decisión del Parlament y del Govern de declarar la independencia catalana mediante acciones ilegales sin la participación de los partidos mayoritarios constitucionalistas, raya en la inmadurez, la irracionalidad, la prepotencia, el populismo y la demagogia con que actuaron sus autoridades. Fue una provocación innecesaria llevando la inseguridad y la angustia a una población orgullosa con su legado histórico, pero abrazada a la arteria nutriente de España. Esta decisión favoreció las aspiraciones de los más tendenciados hacia la derecha y la izquierda, que quieren provocar tumultos y víctimas inocentes pescando en río revuelto para justificar el derecho y la razón de la triste decisión tomada por el Parlament.
Las decisiones del Gobierno Español de destituir a las autoridades e intervenir los poderes catalanes hasta las elecciones del 21 de diciembre llamadas a elegir un nuevo Parlament y Govern, conllevará un proceso difícil de manejar en un ambiente con una burocracia hostil, que demandará mucha paciencia y mesura en la aplicación de las decisiones emanadas del Senado y del Ejecutivo.
Recorte
El recorte del período inicial propuesto de seis meses a solo dos meses evitará males mayores, pues la población se estará preparando a ejercer nuevamente su decisión soberana en un ambiente más despejado, por la decisión de Puigdemont y parte de los suyos, de tomar las de Villadiego, y emigrar hacia Bruselas, huyendo de las consecuencias legales de sus despropósitos.
No obstante esta escapada, Puigdemont anunció la decisión de participar en las próximas elecciones alentado por las últimas encuestas, donde los en contra y pro de la independencia están en porcentajes muy cercanos, ganando, según las mismas, los pro las parlamentarias.
Y aquí es que está el detalle, porque de obtener los independentistas una victoria en elecciones convocadas por el Gobierno y los partidos mayoritarios, la agonía del proceso político se extenderá hacia un nuevo tranque constitucional, frente a los hechos de una población que vote la mayoría por su independencia. Pues el señor Puigdemont ha indicado que de eso ocurrir, se estaría votando contra la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Falla
¿Ahora bien, cual ha sido el fallo del sistema político tradicional y del Gobierno en sí? El fallo ha sido la falta de demostrar en los hechos a los catalanes que la pretensión de independizarse es inviable desde el punto de vista político, porque ninguna organización mundial ni regional le reconocería como un nuevo estado independiente, y sus pobladores carecerían de un pasaporte válido para transitar fuera de España; y desde el punto de vista económico, porque sus empresas no tendrían mercados externos hacia dónde dirigir sus ventas, sin la membresía en la UE ni en la OMC, lo que determinaría la aceleración en la cuantía de su emigración hacia el resto de España, porque sus bancos carecerían del resguardo monetario del Banco de España y del Banco Central Europeo para enfrentar situaciones de riesgo de liquidez, porque no tendrían moneda propia ya que la pretendida moneda virtual del señor Junquera se desvirtuaría automáticamente al carecer de valor de compra y de intercambio con el exterior, porque por su deuda caería en el nivel de los bonos basuras sin posibilidad de tomar créditos en el exterior, en fin, que de ser la región junto con la Vasca la de mayor potencial económico en España, aportadora del 25% de su riqueza, se convertiría en una economía tercermundista con un acelerado empobrecimiento de su población, tal y como los populistas y dictadores han convertido a la desarrollada Argentina de principios del siglo pasado, y han sumido a la otrora rica Venezuela en el peor de los caos económicos a nivel mundial.
Para demostrar que estos son la realidad de su pretendida independencia, solo había que cerrarle las puertas de España y Europa a Cataluña cuando Puigdemont se convirtió en su libertador y padre de la patria catalana.
Oportunidad
De tal forma que las autoridades españolas perdieron la gran oportunidad de mostrarle a los proindependentistas y desmontar para siempre sus aspiraciones de que Cataluña es España y esta solo al inicio, un cuarto menor sin Cataluña. Pues con la operación profiláctica de cierre de fronteras y su bloqueo del flujo de bienes, servicios y personas, los catalanes, principalmente su clase de mayores ingresos donde se aposenta esa pretensión de independencia, aprenderían la irrealizable realidad de una Cataluña independiente, cuando se les estrechen sus bolsillos por la caída estrepitosa de sus ingresos y riquezas. Sin embargo, hasta cuando esto acontezca, ¡cuánto será el penar de Cataluña y de España!.