LA GORDURA TRAICIONERA
Es mucha la gente que está en sobrepeso o en obesidad en nuestro país sin darse cuenta de que son potenciales candidatos a sufrir de diabetes, una enfermedad que asesina silenciosamente.
Se estima que el 70 por ciento de los adultos y el 7 por ciento de los niños dominicanos padecen esta condición, que a su vez desencadena no solo el riesgo de contraer diabetes, sino otras enfermedades, como las del tipo cardiovascular.
Este problema del sobrepeso, que es sencillamente la antesala hacia la obesidad, es mayor entre las mujeres. El 50 por ciento de las dominicanas están pasadas de libras por mucho, mientras que el 28.8 por ciento de los hombres de 15 a 49 años está en igual situación.
Es la obesidad, según lo que ha establecido el informe anual de la Organización Panamericana de la Salud, el factor que ha disparado los casos de diabetes en América Latina, afectando en la actualidad a 63 millones de personas.
El cuadro tiende a complicarse y de ahí que estemos frente a una verdadera emergencia de salud pública, la cual obliga al Gobierno a incrementar sus esfuerzos para educar a la ciudadanía y prevenir que la tasa actual de diabéticos, que supera el 10 por ciento de nuestra población, se dispare hacia arriba.
Lo primero es enseñar a la gente que no pretenda estar “gordo y colorao”, como se creía antes que era saludable lucir. Por el contrario, hay que crear campañas que continuamente inviten a la gente a hacer ejercicios físicos, a comer alimentos que no generen y acumulen tantas grasas en el cuerpo, y a someterse a un régimen nutricional, equilibrando el consumo de granos, vegetales y proteínas, como las carnes, sin excesos.
Y todo debe empezar por la escuela, usando manuales o dictando clases, ahora que funciona la tanda extendida donde los alumnos reciben desayuno, almuerzo y refrigerio, suponemos que estructurados sobre la base de las mejores guías nutricionales.
El esfuerzo debe ser nacional, debe alcanzar a cada dominicano, tenga o no sobrepeso o esté obeso, sea o no diabético, como una forma de prevenir que estas tres condiciones sigan incrementándose y constituyendo una bomba de tiempo contra la salud y la vida de todos nosotros.