¡Ojo con las latas abolladas!
Es importante evitar consumir los alimentos enlatados, cuyo envase esté golpeado o perforado, pues ello puede traer como consecuencia hasta la muerte. En República Dominicana no hay cultura de concienciación sobre sus peligros.
El dominicano por lo regular tiene la costumbre de lanzar al piso una lata de leche evaporada por ejemplo, con la convicción de que de esa forma ‘ botará’ el aire y saldrá mejor cuando se le hagan los dos hoyitos en los extremos para que salga el líquido.
El error es craso, dice Rubén Valenzuela, endocrinólogo y experto en calidad de productos. “No hemos entendido que cuando una lata recibe un golpe por fuera las consecuencias las sufre el interior de esta, que es donde se encuentra el producto que hemos de consumir”, afirma.
Lo lamentable, advierte es que en República Dominicana no hay campaña de concienciación sobre los peligros que representa esta mala práctica. “No se le informa a la población que debe evitar adquirir latas que estén sumidas, golpeadas, infladas, perforadas o abiertas, pues sin lugar a exagerar, esto podría hasta ocasionar la muerte”, puntualiza. Lo asegura poniendo el ejemplo de que una lata abierta puede ser ‘explorada’ por una rata e infestar con leptospirosis a quien consuma lo que contiene en su interior.
Explica Valenzuela que cuando una lata sufre algún tipo de alteración de las ya mencionadas, el recubrimiento se expone a que el óxido afecte los alimentos que contiene y es a partir de ahí cuando el consumidor puede, sin darse cuenta, estar en riesgo hasta de morir por intoxicación o la infestación que tenga el producto.
El endrocrinólogo asegura que en los casos más leves, la persona puede contraer enfermedades causadas por bacterias que se desarrollan en los alimentos mal conservados. Una de esas afecciones puede ser el botulismo que causa fuertes dolores abdominales y provoca entre otros síntomas, diarrea, vómitos, problemas visuales y respiratorios.
Valenzuela pondera la decisión de las autoridades de ProConsumidor que, en las últimas semanas ha emprendido una jornada de trabajo que incluye desde el cierre de negocios de comida hasta la revisión exhaustiva de productos comestibles, entre los que se encuentran los enlatados.