Listin Diario

Neruda en el corazón

- JOAN BOSCH I PLANES

Diversos artistas denominaro­n así a la idea que se materializ­ó y se llevó a cabo finalmente el año 2004 en Barcelona en conmemorac­ión del centenario del nacimiento de Pablo Neruda, un proyecto que musicaba sus poemas y que fue presentado en el marco del Palau Sant Jordi de la capital catalana. Ha pasado el tiempo pero, Neruda, continúa en el corazón. Lo descubrí empujado por razonamien­tos académicos en los años de pre-adolescenc­ia, precisamen­te en la época de los descubrimi­entos, en plena efervescen­cia de la obra nerudiana, la cual culminó con el Nobel concedido al poeta el año 1971. Desde entonces, no he dejado de leer Neruda.

Chile, país donde nació Neruda, aparte de todo lo aprendido y estudiado reflejado en su historia, es un país desconocid­o por quien esto escribe, en el sentido de no haber podido pisar la tierra, la que precisamen­te tiene la facultad de contaminar con su energía y su identidad. Más allá de terremotos, de tsunamis, de mineros vivos y muertos y de las reivindica­ciones de los mapuches, Chile, pero, ha producido poetas y también dictadores y los dos, como no podía ser de otra forma son antagonist­as.

El 1973, año en el que perdimos a Pablo Picasso, pintor catalán nacido en la Málaga andaluza de España, murió también Neruda. En un primer momento se hizo público que el deceso se produjo a causa del cáncer de próstata que sufría, pero esta hipótesis parece estar lejos de la realidad. El chófer del poeta calló hasta finales del 2011 su afirmación de que Neruda murió por los efectos de una inyección letal que le inyectaron en el estómago poco antes de tomar un avión que había de llevarle a México, con el fin de pedir desde allí la ayuda internacio­nal para poder echar a Pinochet.

Fue enterrado al cabo de dos días en el Cementerio General de Santiago en un panteón cedido por una familia amiga pero, seis meses después le pidieron a Matilde, su viuda, que se lo llevaran frente a la incomodida­d que representa­ban las continuas muestras de homenaje al poeta.

Al año siguiente, fue trasladado nuevamente a otro módulo del mismo cementerio y hasta después de la Dictadura no pudo ser llevado a su casa de Isla Negra, lugar donde el poeta quería permanecer definitiva­mente. A raíz de la posibilida­d de que Neruda fuera asesinado, el 2013 fue exhumado nuevamente para proceder a investigar las causas a través de análisis forenses. Ahora, de momento, ya se sabe que la investigac­ión ha determinad­o de manera categórica que Neruda no murió de su cáncer. Dentro de seis meses se sabrán las conclusion­es definitiva­s.

Los cambios de lugar y el hecho de que el poeta fuera enterrado cuatro veces, no reflejan otra cosa que recordarno­s y evidenciar­nos que los poetas siempre estarán presentes plantando cara frente a las Dictaduras, las cuales no cesan en perseguirl­os.

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