ACCIONES EN FAVOR DE LA INTEGRACIÓN
El Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa tiene la misión de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad auditiva.
Colaborar en la prevención y el diagnóstico temprano de la discapacidad auditiva es uno de los objetivos principales del Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa.
Fundada en 1972, la institución sin fines de lucro se dedica a promover los cambios culturales requeridos para que la ciudadanía cree consciencia, desarrolle sentimientos solidarios y supere la discriminación contra las personas con discapacidad auditiva. Así lo explicó María Jesús Pérez de Mansfield, presidente de la entidad, al participar, junto a parte de su equipo, en el tradicional encuentro La Hora del Té de LISTÍN DIARIO.
“Los niños con discapacidad auditiva tienen derecho de disfrutar de las actividades cotidianas en espacios comunes, junto a sus familiares y amigos. Todos los que formamos parte del Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa, hemos asumido como un compromiso el desarrollo de varias acciones enfocadas en ofrecer atención integral a las personas sordas para que logren integrarse de forma productiva a la sociedad”, sostuvo Pérez de Mansfield.
Desde hace 45 años el Instituto desarrolla una ardua labor que combina la buena voluntad, servicio y entrega para que los niños del centro logren cumplir con los objetivos propuestos.
La organización tiene un eje fundamental de trabajo enfocado en el tratamiento de la discapacidad y cuenta con un completo y moderno centro audiológico que ofrece a bajo costo el diagnóstico de todo tipo de condición auditiva.
“Para nosotros es de suma importancia la educación, por lo que invertimos largas horas de trabajo en educar no solo los niños, también los padres, quienes reciben orientación haciendo énfasis en las posibilidades de sus hijos y todo lo que pueden lograr si su condición auditiva es diagnósticada a tiempo”, explicó Onelia Aybar, directora Académica del Instituto.
Este programa denominado “Escuela de Padres”, ofrece apoyo a los parientes a través de consejería, charlas y talleres de comunicación, así como propiciando dinámicas grupales que permiten el intercambio de sentimientos y la búsqueda de alternativas por parte de los propios padres, ante situaciones que pueden darse en la vida familiar cotidiana.