China lucha contra “banca en la sombra” para bajar deuda
El problema empezó a extenderse en China hace más de cinco años para compensar la falta de liquidez.
China ha dado un nuevo paso esta semana en su lucha contra la “banca en la sombra” (“shadow banking”, en inglés) con una propuesta de regulación que tiene por objetivo reducir la deuda y el apalancamiento, riesgos principales para su economía.
La “banca en la sombra” empezó a extenderse en China hace más de cinco años para compensar la falta de liquidez que sufrían algunas compañías que no podían acceder al crédito de los principales bancos del país, quienes tradicionalmente han preferido prestar a grandes empresas, la mayoría de propiedad estatal.
“Ahora mismo, el sector inmobiliario de China recibe casi el 50 % del capital, está absorbiendo toda la liquidez y apresándola en hormigón, de modo que esa liquidez no llega a las compañías de otros sectores”, explicó a Efe el profesor Li Wei, director del Centro de Economía y Desarro- llo Sostenible de la escuela de negocios CKGSB.
Para satisfacer esa demanda de liquidez, distintas entidades (en general de menor tamaño y nacidas en internet, con un negocio solo digital) comenzaron a ofrecer servicios bancarios corrientes, desde transferencias hasta productos de crédito o inversión, sin necesidad de regirse por la regulación bancaria china, que es más restrictiva.
Gozan así de ciertas ventajas, como la posibilidad de “anotar” esos productos fuera de su balance o de clasificar los préstamos como si fueran una inversión, sin tener que destinar provisiones para hacer frente a los créditos de dudoso cobro, por ejemplo, y registrando mejores ratios de capital.
Esta práctica fomenta el endeudamiento de las empresas del país, que acceden de forma rápida y fácil al crédito aunque con altos intereses, y el apalancamiento del sector financiero en general, que se endeuda para hacer frente a sus deudas.
Deuda y apalancamiento son, según los expertos, dos de los riesgos más graves a los que se enfrenta la economía china, por lo que las autoridades han empezado a dar pasos para atajarlos con una nueva regulación y un cambio en el modelo de crecimiento hacia uno más diversificado y que no se sustente tanto en la deuda.
del país, valorada en 15 billones de dólares (12,7 billones de euros), y que afecta a productos de inversión de bancos, aseguradoras, entidades de crédito, sociedades de valores, agentes de futuros y gestoras de fondos.