...Pero insuficiente
Decir que las autoridades, en especial el Ministerio Público y el de la Mujer no hacen esfuerzos por controlar la terrible plaga de los feminicidios, sería injusto. Pero también lo es no admitir que los mismos resultan insuficientes a la luz de una realidad que nos abochorna y nos desafía.
85 muertes según cifras oficiales en lo que va del año y 170 según fuentes oficiosas, donde muchas adquieren perfiles dantescos al afectar no solamente a la mujer sino a los hijos y al propio perpetrador, nos dice claramente que hay que variar tanto las tácticas como las estrategias.
Y es que al margen del efecto positivo que tienen las acciones cívicas o promocionales que se realizan para crear conciencia, no es verdad que los asesinatos se van a detener por marchas en fechas específicas o por la colocación (esporádica) de spots radiales o televisivos.
Hasta tanto no hagamos conciencia de la magnitud del problema, que por ser de carácter multifactorial requiere de soluciones multisectoriales, seguiremos abonando luto y dolor a la sociedad. La cognición se forja en la infancia, y mientras siga- mos enfocando todo el esfuerzo promocional y de concienciación en adultos que ya tienen su mentalidad formada, o más bien deformada, no podemos apostar a resultados diferentes porque el meollo está en la crianza.
Tenemos las leyes y que en este año se hayan recibido más de 55,000 quejas por maltrato evidencia que avanzamos en la lucha contra la subyugación, pero si no asignamos recursos para diseñar y ejecutar acciones verdaderamente eficaces, seguiremos viendo cómo los asesinos matan a sus mujeres con las famosas órdenes de alejamiento en sus bolsillos.
Se necesita de una unidad especial de seguimiento para los denunciados; sustituir las ineficaces órdenes de alejamiento por grilletes electrónicos (pagados por el imputado); la incautación inmediata de las armas de fuego si las poseyeran, e incluso, la retención e intervención de cuentas y bienes, entre otras medidas que yugulen a los misóginos.
Pero por encima de todo que la gente se empodere. Que olvidemos eso de que en pleitos de marido y mujer nadie debe meterse porque son los vecinos, familiares y amigos los que deben avisar a las autoridades ante cualquier señal que sugiera la posibilidad de una tragedia... algo hay que hacer.