Santa y Andrés
En su segunda película, Carlos Lechuga (La Habana, 1963) amplía sus virtudes técnicas. Aquí nos transporta a la Cuba de los años 80 y toca el lado oscuro de la Revolución. Ya lo había hecho en su ópera prima, “Melaza” (2012). Ahora reincide en acudir a escenarios provinciales para contraponer la historia de dos personajes olvidados, marginados y manipulados por las circunstancias. Ella (brillante y poco difundida actriz, Lola Amores), humana hasta los tuétanos, a pesar de su no ilustrada situación, trata de cumplir una orden “revolucionaria”; él (un convincente Eduardo Martínez, poco franqueado en la farándula cinematográfica cubana), un escritor homosexual quien, luego de pasar 8 años recluido en un campo de concentración de las famosas “Unidades Militares de Ayuda a la Producción” (UMAP) vive en una choza de mala muerte en una apartada zona del oriente cubano donde oculta (dentro de una letrina) el libro que acaba de escribir, el cual es considerado como subversivo por las autoridades de turno.
Dentro de una técnica naturalista bastante bien asimilada, Lechuga sugiere el juego de contrastes, la simbología emergente, y la desnudez del alma humana. Entre el hombre y la mujer (cuyas vidas en apariencia transcurren en senderos opuestos), existe una similitud no pragmática: ambos son seres que arrastran valores como personas, sentimientos puros y marcas imposible de borrar.
Un guion (Eliseo Altunaga y el propio Lechuga) muy bien escrito saca adelante la historia de dos vidas destrozadas por las maniobras políticas. Los parlamentos son precisos, dramáticos y ejemplares. Aplausos para el director de fotografía (Javier Labrador Deulofeu) que supo elegir y encuadrar los planos donde los personajes interactúan. Una economía de recursos común al cine cubano brilla. Este recurso es ya famoso porque permite manejar bajos presupuestos para sus producciones. Y en el cuarto de edición, Lechuga hizo rigores. Estamos, pues, en presencia de una triste realidad convertida en obra de arte por el talento de un director valiente y cinematográficamente preparado, y un coguionista que se ranquea entre los mejores del Caribe Hispánico. País: Cuba. Año 2016. Duración: 105 minutos. Director: Carlos Lechuga. Guion: Eliseo Altunaga y Carlos Lechuga. Reparto: Lola Amores, Eduardo Martínez, George Abreu, Luna Tinoco, Cesar Domínguez,Ederlys Rodriguez Perez, Maikel Alexi Sánchez. Premios Fénix: Nominada a Mejor Actor (2017). Sinopsis: Cuba, 1983. Santa es una campesina de treinta años que trabaja en una granja estatal. Andrés es un escritor homosexual de cincuenta años que, según el gobierno, tiene “problemas ideológicos”. Como es habitual con los desafectos a la revolución, cada vez que hay un evento político en la zona, alguien es enviado para echarle un ojo y evitar que cometa algún acto de oposición pública. Esta vez la tarea de vigilar le toca a Santa. Durante tres días consecutivos Santa se sienta en la entrada de la cabaña de Andrés para supervisar cada uno de sus movimientos.