VIVENCIAS
MJuan Francisco Puello Herrera
méritos de Cristo (Sola fides; sola gratia; sola Scriptura).
Partiendo de la concepción que el misterio de la cruz sólo Dios lo entiende, me adhiero a lo que expresa Küng de que los cristianos hemos perdido la sensibilidad de la enorme provocación y contradicción que representa todavía en estos tiempos para los no creyentes, el mensaje salvación de un crucificado. En el momento histórico que “sufrimos”, el seguimiento a la cruz ha sido desnaturalizado atendiendo a dos aspectos. Por una parte, de cómo algunos cristianos en lugar de tener la cruz como signo de paz la utilizan con el propósito de esconder sus frustraciones y caerle a “cristazos” a todo aquel que ose contradecirlos. Por otra, de como el seguimiento de la cruz ha sido objeto del mayor descredito, desde el momento que aceptamos todo sin cuestionar y lo que es peor, sin adoptar posición ante lo mal hecho.
Hans Küng, conflictivo, apasionado y directo lo dice sin tapujos, arrastrarse ante la cruz no significa “ir rabo entre piernas, no creerse capaz de nada, darse por vencido”. Tampoco, dejar que lesione la dignidad como persona y mucho menos meterse en un cepo cuando los poderosos blandiendo la espada del desconcierto atenten contra nuestros principios.