Negociaciones venezolanas
Este viernes 1 de diciembre se reinician las conversaciones políticas entre la administración del presidente Nicolás Maduro y la oposición venezolana agrupada en la llamada Mesa de la Unidad Democrática. La sede sería la cancillería dominicana donde también se realizó el último encuentro entre ambos bandos políticos. La oposición venezolana ha planteado 4 puntos como elementos básicos para arribar a un acuerdo con el gobierno de Maduro, en el poder desde el 5 de marzo del 2013 al morir el líder bolivariano Hugo Chávez Frías, víctima de cáncer. Chávez gobernó Venezuela ininterrumpidamente desde el 2 de febrero de 1999 hasta su muerte. Los puntos planteados por la oposición son: a) Celebración de elecciones libres; b) Abrir un canal humanitario que permita abastecer de alimentos y medicamentos para la población venezolana; c) Reconocer el anterior Congreso, electo el 6 de diciembre del 2015 controlado éste por la oposición y d) La liberación de los presos políticos. El encuentro en Santo Domingo abre una po- sibilidad de que los sectores políticos venezolanos en conflicto lleguen a un acuerdo para restablecer la paz política y rehabilitar la golpeada economía venezolana. Los cancilleres de Chile, México y Paraguay, participaran como garante de las deliberaciones y a los acuerdos a que lleguen gobierno y oposición. Algunos partidos considerados de minoritarios han, sin embargo, desaprobado la cita en Santo Domingo, alegando desconfianza en el gobierno de Maduro. La crisis venezolana ha llamado la atención mundial y diversas instancias internacionales y líderes latinoamericanos y europeos, han intentado en distintas ocasiones mediar hacia una solución política, pero sin resultados positivos hacia un entendimiento que restaure el diálogo democrático. Miles de venezolanos han decidido abandonar el país para radicarse en diferentes países como Estados Unidos, Colombia, Panamá, Puerto Rico, España, Ecuador y República Dominicana, entre otros. Venezuela sufre una severa crisis económica matizada por una elevada inflación (700%) de su moneda el bolívar que junto a la caída de los precios del petróleo, ha originado una sentida disminución de la actividad económica que ha alcanzado a un negativo 8% de su Producto Interno Bruto. El desempleo ha crecido y la pobreza alcanza más del 50 por ciento de la población económicamente activa. Muchos capitales privados han salido del país contribuyendo a ahondar la deprimida economía.