Pacientes con VIH son discriminados
El trato desigual sigue siendo uno de los principales problemas que enfrentan en el país las personas que viven con este virus.
La discriminación que sufren las personas con VIH en los centros médicos no solo atenta contra la salud estos pacientes, sino que también podría poner en riesgo a la población general.
Así lo explica a LISTÍN DIARIO Víctor Terrero, director ejecutivo del Consejo Nacional para el VIH y el Sida (Conavihsida).
“Si yo tengo VIH y a mí me van a discriminar en un lugar, yo prefiero no decírselo a nadie, me quedo sin recibir tratamiento antirretroviral porque, si no lo digo, no voy a tener acceso a esos medicamentos y lógicamente va a tener como consecuencia que me voy a enfermar y voy a vivir contaminando a otra gente también”, comenta el médico y funcionario.
La discriminación sigue siendo uno de los principales problemas que enfrentan las personas que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). El ámbito médico dominicano, donde se supone que existe el conocimiento sobre cómo tratar a estos pacientes, no escapa a esta realidad.
El estudio “Estigma y discriminación hacia poblaciones clave en los Servicios de Atención Integral”, realizado por Claudia Valdez con el auspicio del Conavihsida, determinó que el 59 por ciento del personal de salud discriminaba a la población seropositiva.
La investigación, basada en una encuesta realizada en 15 unidades del Servicio de Atención Integral y presentada a principios de este año, encontró que al 21 por ciento de los médicos y enfermeras le preocupaba colocar un vendaje a un paciente con VIH, mientras que al 28 por ciento le intranquilizaba tomar una muestra de sangre.
Terrero señala que conoce casos de seropositivos a los que les han negado una cirugía, a los que se les dificulta someterse a ciertos estudios diagnósticos o que enfrentan problemas para ser atendidos cuando tienen alguna herida abierta.
“Es un absurdo -expresa- porque la bioseguridad es la protección que tiene que tener cada médico. Si yo opero a un paciente, yo me protejo contra todo el mundo por igual porque yo no quiero que la sangre tuya pase a la mía ni tú vas a querer que la mía pase a la tuya. El médico se protege de manera automática, no con medidas estrambóticas, sino haciendo lo correcto, lo que tú haces en cada cirugía”.
“La discriminación es producto del miedo y el miedo es fruto de la desinformación”, añade.
Aunque, de acuerdo con el director del Conavihsida, el Ministerio de Salud ha luchado contra esta situación, en la práctica no hay forma de impedir que el personal médico discrimine al paciente seropositivo o a las poblaciones con mayor prevalencia del virus.
El trato desigual a las personas que viven con VIH llevó al Conavihsida a trabajar en la elaboración de un anteproyecto de ley que penaliza la discriminación.
El director del Conavihsida asegura que, a pesar de la discriminación que aún persiste, el país ha experimentado avances en la lucha contra el VIH. Cita la reducción de nuevas infecciones (aunque la prevalencia sigue siendo el 0.8 por ciento de la población), así como la cantidad de fallecimientos por sida.
“El mayor logro de este Gobierno es la sostenibilidad de los medicamentos antirretrovirales y eso ha mejorado la vida de miles y miles de dominicanos. En el Senasa hemos logrado asegurar alrededor de 18,000 personas”, agrega el médico.
Entre los retos que enfrenta el país en el combate al VIH se encuentran la aprobación de una ley contra la discriminación y la inclusión de los antirretrovirales en el Plan Básico de Salud.
El Conavihsida aspira, además, a que el primer nivel de atención del Ministerio de Salud asuma la distribución de los antirretrovirales. Esto abarataría su costo y fortalecería la empatía entre los médicos familiares y la población infectada con el VIH.
“Hay un esfuerzo fundamental que es lograr que el paciente con VIH o sida sea atendido exactamente igual como atienden a los enfermos que están en los hospitales”, concluye Terrero.