Salud/negocio RD
No es por amor al arte (o a la salud), el pugilato entre los actores del sistema en República Dominicana. El tema es de pesos y no pocos. Recientemente, la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip), anunció que los pacientes tratados en sus 116 centros afiliados deben someterse a estudios, análisis e imágenes ahí mismo, en caso de realizarse cirugías, argumentando mayor confiabilidad. La medida, aparte de violar la ley, implicaría más gastos para el bolsillo del paciente. El rechazo que concitó la decisión de Andeclip fue tan amplio que la entidad sacó la pata y desistió. Antes, Andeclip se enfrentó con sociedades de derecho de autor por el tema de los televisores que funcionan en salas de espera y habitaciones de centros privados. Todo por dinero, el pago de un impuesto diario. Con Waldo Suero a la cabeza, el Colegio Médico Dominicano ha paralizado los hospitales públicos en varias ocasiones. Los más afectados son los pacientes pobres, sin recursos para procurar atención en un centro privado. La litis entre galenos y el gobierno tiene un altísimo componente económico. Y los platos rotos en Emergencias vacías lo pagan los usuarios, la gente más necesitada.
Por suerte, el nuevo incumbente del CMD, Wilson Roa y la ministra de Salud, Altagracia Guzmán Marcelino, anunciaron la reanudación del diálogo para el 14 de diciembre. Usted verá que la situación de calamidad de los hospitales públicos será un tema, pero también los sueldos de los médicos. Ojalá traten el caso de las laboriosas enfermeras, las que más trabajan, las que menos ganan, las que en el hospital infantil de Santiago, una atiende hasta 30 pacientes.
En el ámbito privado también es un sálvese quien pueda. Los pacientes penden del criterio de los galenos. No hay supervisión de aciertos, de diagnósticos, de recetas. Todo es un negocio multimillonario que paga en cheque, en boletos aéreos, en costosas estadías en lugares exóticos. El negocio es redondo y el lucro muy amplio, todo a costillas del paciente.