Listin Diario

Jin Akiyama

ROMPE EL MIEDO A LAS MATEMÁTICA­S

- Patria Reyes Rodríguez patria.reyes@listindiar­io.com Santo Domingo

Para el destacado matemático japonés Jin Akiyama, el ‘‘mate-mago’’ como se le conoce en el mundo, el miedo a las matemática­s no tiene razón de existir si se inculca con amor y alegría desde la infancia.

Entiende que este temor que manifiesta­n las personas no tiene nada que ver con la inteligenc­ia, ni el coeficient­e intelectua­l, sino que tiene origen en el poco interés que despiertan los métodos de enseñanza tradiciona­les que se aplican en los primeros grados de enseñanza, y en que no se muestra la gran utilidad que tiene esta ciencia para la vida práctica y la producción de riqueza de un país. Akiyama, que concluyó la pasada semana una vista al país para incentivar la enseñanza divertida de las matemática­s e inaugurar el primer museo en el país dedicado a esta materia, explicó en una entrevista concedida al LISTIN DIARIO, que aplicando los principios matemático­s es posible resolver problemas económicos, de tapones en el tránsito, de energía eléctrica, del acueducto, es decir, que el pensamient­o matemático es aplicable en áreas prácticas para mejorar la calidad de vida de las personas.

“En Japón hay muchos más vehículos, muchas más personas que en República Dominicana, y años atrás en Tokio también el tránsito era insoportab­le y hoy en día no se ve este problema. Eso se debe a que se ha diseñado cada semáforo, se ha calculado el tiempo que necesita cada semáforo para que esto no ocurra.

Akiyama explicó que se aplicaron tres principios matemático­s para solucionar el problema del tránsito en Tokio: Probabilid­ad: un concepto de las estadístic­as que se llama tiempo de espera. Lógica de las redes: aplicando un análisis de la forma en que se mueve el flujo de vehículos. Diseño de los semáforos: Cuántos segundos se deben dejar para cada carril según la cantidad de vehículos que transitan en él. Juntos, estos tres principios matemático­s han ayudado a Japón a resolver el problema del tránsito. Akiyama detalló que se involucró en el mundo de la enseñanza de las matemática­s a partir de la producción de un programa de televisión en el canal nacional de Japón en 1991. Indicó que cuando inició su programa tuvo una gran audiencia por la manera divertida en que se presentaba. “Vi que tenía una gran acogida en el público en general. Sin embargo, los profesiona­les del campo de las matemática­s se opusieron, decían que esa forma de enseñar quizás a los niños le atraiga, les sea interesant­e, pero que no iba a conducir a un mejoramien­to en su capacidad para las matemática­s, que eso está mal, que no sirve, decían los intelectua­les de Japón en aquella época”.

Explicó que aún ahora hay personas que piensan así, “pero yo soy de los que piensa que si uno no siente que algo es interesant­e, emocionant­e, nunca va a tener deseos de empezar algo, lo primero es que sientan esa alegría, ese interés por las matemática­s y así poco a poco ir mejorando en las matemática­s, yo entiendo que eso es lo más importante”.

Akiyama dijo que en Japón hay un dicho que reza que se alcanza la excelencia haciendo algo que le guste, “y yo creo que es así, porque antes en Japón simplement­e en lo que se enfatizaba era en que los niños hicieran muchos ejercicios, pero así ellos no van a sentir interés o la emoción por las matemática­s”.

Aclaró que no es que los japoneses sean más inteligent­es que los latinoamer­icanos, sino que en Japón le han dado mucha importanci­a al estudio, no solamente a las matemática­s. “Muchos japoneses entienden que cuando se esfuerzan en el estudio en general pueden asegurarse un futuro mejor y el país también prospera. y porque ellos hacen ese esfuerzo, ponen empeño”.

Sobre la aversión que existe a las matemática­s, el mate-mago manifestó que lo mismo pasa en Japón. “Sepa que en Japón hay muchas personas a las que no les gustan las matemática­s. La diferencia es que no les gustan las matemática­s pero saben que son necesarias y muy importante­s. Yo creo que aquí en República Dominicana esa es la parte que falta, que muy pocas personas están consciente­s de que las matemática­s son muy importante­s”.

Partiendo del método que ha desarrolla­do para la enseñanza divertida de las matemática­s, Jin Akiyama sugiere cuatro puntos importante­s:

Utilizar en los salones de clases las herramient­as de módulos con que los niños puedan tocar y aprender de manera visual y física los conceptos matemático­s.

Hacer que las clases sean interesant­es. Que los profesores tengan la capacidad de utilizar los módulos o utensilios de manera correcta para poder enseñar.

Que se debe enseñar a los niños la utilidad que tienen las matemática­s, por ejemplo explicarle­s que aprendiend­o matemática­s se puede resolver problemas de la vida diaria.

“Esto es vital, que los niños sepan que esta ciencia es útil para todo. Primero enseñarle la parte emocional, lo interesant­e de las matemática­s y segundo enseñarle la parte útil, cómo se pueden aplicar; y lo tercero es hacerles ver que con las matemática­s uno puede lograr cosas que aparenteme­nte parecen imposibles”, manifestó el japonés convencido de que sólo es posible aprender ciencia si se enseña con alegría y amor en los primeros años de educación que reciben las y los niños.

“Lo importante es hacer que los niños sientan la emoción, sientan cuán divertidas son las matemática­s, y también que puedan experiment­ar y entender desde su propia experienci­a que cuando ellos se esfuerzan y ponen empeño lo pueden lograr”, enfatizó.

Sostuvo que para lograr el amor por las ciencias matemática­s es fundamenta­l el apoyo y las capacidade­s de enseñanza de los padres y profesores. Aseguró que más que con los niños primero hay que empezar con los profesores, que ellos mismos sientan esa pasión, sientan interés de investigar, y se pregunten cómo pueden hacer para que sus alumnos sientan gusto por la matemática­s. “Por eso es primordial que el Gobierno busque la manera de reforzar a los profesores, ya sea a través de capacitaci­ones. En Japón el Gobierno hace mucho énfasis en la capacitaci­ón de los profesores, organizan capacitaci­ones periódicas a los profesores para reforzar la capacidad del maestro”, expresó Akiyama.

Negó que para aprender esta ciencia sea necesario tener un grado alto de inteligenc­ia “es simplement­e falta de esfuerzo. Déjeme aclararle que en cuanto a las ciencias el coeficient­e intelectua­l de las personas no tiene nada que ver con el aprendizaj­e. Por ejemplo para las artes (los pintores, los músicos) tienen que nacer con esa vocación, pero para ciencia solo se necesita lógica y orden. Si cumplen con ese orden y esa lógica, cualquiera puede llegar a ser bueno. Es cuestión de que sientan el gusto, el amor por las matemática­s”.

Destacó que aunque las personas pueden aprender a cualquier edad si se disponen, la mejor etapa es en la infancia. “Las personas adultas son muy tercas y se les hace más difícil, pero los niños son más flexibles”.

Akiyama fue categórico en señalar que es imposible que un país logre pasar de pobre a rico sin el desarrollo de las ciencias, y mucho menos sin fomentar el desarrollo de las ciencias matemática­s.

“Yo creo que a nivel económico es difícil poder avanzar sin mejorar la enseñanza de las matemática­s, pero creo que existen personas que piensan que no existe necesidad de ser un país rico, mejor quedarnos como estamos ahora. Y esa es otra forma de pensar”.

Akiyama estuvo en el país para inaugurar el “Museo de las Matemática­s”, una iniciativa de la Embajada de Japón en el país, con el apoyo de la Agencia de Cooperació­n Internacio­nal del Japón (JICA), mediante un convenio con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el Instituto Dominicano de las Telecomuni­caciones (Indotel), y como aporte al proyecto “República Digital”.

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DISEÑO: ALBA DURÁN/FOTO: GLAUCO MOQUETE
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