La firma de Severino tuvo un largo paseo por cinco equipos
EL HOY AS DE LOS YANQUIS LLENÓ LA MITAD DEL CONTRATO CON LOS ROCKIES DE COLORADO
(+) Como en Sabana de la Mar se juega poco béisbol, fue a Bávaro para poder ingresar a un programa de béisbol y cristalizar su sueño de ser pelotero profesional.
Como “nunca había visto dos mil pesos juntos”, Luis Severino quería firmar con los Marlins cuando éstos le ofrecieron 50 mil dólares.
Su agente, de nombre Santiago, tuvo que emplearse a fondo para que no lo hiciera porque estaba convencido de que podía conseguir un mejor bono por el delgado y espigado novato, quien originalmente también jugaba en la antesala y el outfield, pero tuvo que desempeñarse solo como lanzador “porque no le daba ni a un coco”.
“Óyeme, puede ser que se consigas más. Dame dos meses y si no conseguimos más, tú firmas con los Marlins”, le aconsejó Santiago a un desesperado Severino, quien tenía una semana haciendo “try out” en la academia de ese equipo en Jubey, Boca Chica, con el mismo pantalón y el mismo pantaloncillo.
“Eso fue lo que hicimos. Seguí trabajando y haciendo muchísimos “try out” la semana entera”. Lluego fue visto por los Filis de Filadelfia, Dodgers de Los Ángeles y los Rocky de Colorado.
“Sí tenía que tirar todos los días, lo hacía. Yo lo que quería era firmar. Estaba desesperado ya”, relató el hoy estelar lanzador durante la extensa entrevista que concedió en el Café Depotivo de LISTÍN DIARIO.
El tiempo no tardó en darle la razón a su agente, pues los Dodgers pusieron sobre la mesa 150 mil dólares que también fueron rechazados por él.
Los Rockies, con quien permaneció 15 días mostrando su talento, también ofrecieron 150 mil dólares pero posteriormente subieron la oferta a 225 mil que parecían irrechazables. De hecho, Severino vino acompañado de su madre Florentina y de su padre Rafael a un hotel de la Capital para estampar su firma.
Cuando iba por la mitad soltó el bolígrafo cuando Santiago le llamó para informarle que los Yanquis de Nueva York ofrecían lo mismo (Óyeme, no te desesperes”).
El prestigio del emblemático conjunto y la marcada diferencia que había entre ambos complejos marcaron la diferencia.
Detrás quedaron las discusiones entre el agente y el staff de los Rockies, que lo reclamaban como un miembro suyo.
También dos años de mucho sacrificio bajo las riendas de Santiago y Luis Then en el programa LCA, que tenían en el sector “Sueño Verde”, de Bávaro, adonde fue por recomendación de un primo de su papá, quien entendió que debía salir de Sabana, donde el béisbol se practica poco (“En el campo no hay futuro...”). En todo ese tiempo Severino no pudo ir a su hogar por la considerable distancia que separa a ambos municipios.
Finalmente, el escucha Tony Gómez y Juan Rosario, responsable del área, lograron fichar en el 2012 a quien hoy encabeza la rotación de los Yanquis.
El olfato y el ojo clínico de los otros scouts no resultaron suficientes para aquilatar en su justa dimensión la joya que tenían en sus manos y dejaron ir por no ofrecer unos cuantos dólares más.