Amar y enseñar
Es cómodo enseñar a quien capta rápido. Del mismo modo es fácil amar a un niño sin limitaciones motoras, con sus sentidos óptimos. Ahora, el amor reta y enfrenta cuando a quien amamos no puede valerse por sí mismo, es un niño o niña con parálisis cerebral, con discapacidad visual, Síndrome de Down o diagnosticado con autismo. Amar y enseñar es entregarse a sí mismo. Es ofrecer tiempo, sentimiento, pensamiento, alma, corazón. Razón tenía Luis Concepción cuando recomendó prestar más atención a los estudiantes que más lo necesiten, cuando me enrolé como docente en PUCMM.
Ayer, una compañera se quejaba de la prepotencia de un profesor ante la excusa de una joven adventista. El hombre fe tajante y le dijo ¨vaya a la universidad cuando la religión se lo permita¨. Y recordé el consejo de Luis: Ofrece tus oídos y tu corazón a quienes más lo necesitan. Hoy leo la reflexión de Arcenys Minaya García, hermana de un niño con autismo. A sus 13 años nos regala los párrafos más amorosos y reflexivos de este diciembre. Les comparto: ¨Cuando salgo contigo de la mano, la gente me mira. A ti nunca te ha preocupado que las personas susurren ¨Eres raro, enfermo, anormal¨. Para mí sigue siendo cruel escuchar que hablen así de ti, un ser con una nobleza eterna. Si ellos conocieran un poquito de tu esencia se enamorarían de tu alma, de tu caminar gracioso y de esa infinita sonrisa que ha logrado obsequiarme paz en mis días más turbulentos.
Yo no sería la persona que soy si tu no hubieras sido mi maestro de vida. Me complace formar parte de tu propósito. Siento que no me alcanza el aliento y la vida para agradecerte las lecciones que me has dado a veces sin decirme nada. En vez de pensar en lo que sentimos, ¿por qué no pensamos en lo que él siente? De mi hermano aprendí que no hay peor discapacidad que la discapacidad afectiva que sufre mucha gente sin discapacidad. Mi hermano con autismo me enseñó que a veces es difícil expresar las emociones, me enseñó a amar de corazón sin esperar nada a cambio. Aunque no puedas leer esto, te prometo que estaré aquí para ti siempre.