¿A quién acudir?
Hace un tiempo en la calle segunda del ensanche Kennedy había una fuga de agua y yo llamé muchas veces a la CAASD hasta que por fin vinieron, pero se marcharon alegando que eso era trabajo de una brigada. Les rogué, insistí, peleé con los mecánicos alrededor del área y buscaron un pico, un pedazo de tubo y ‘tape’ y corrigieron el problema. Era una fuga menor. Ahora, desde hace más de seis días (hoy cuando escribo esta columna, es domingo) un camión ocasionó un desastre con el agua, en la Pepillo Salcedo, frente a la agencia de venta y alquiler de autos entre la Kennedy y la calle Segunda. Fui personalmente a la tienda, donde pedí hablar con el encargado, que casi no me hacía caso, me decía que no me escuchaba, pues le pedí que saliera del confort de su oficina, lo que hizo casi a las malas y lo llevé al botadero de agua, le supliqué que nos pusiéramos de acuerdo hasta que lográramos que vinieran de la CAASD, pues ellos habían venido y se marcharon sin hacer el trabajo necesario para detener el desperdicio del valioso líquido y no han regresado. He seguido llamando al teléfono para reporte de fugas, donde he conversado con diferentes empleadas que me han dicho que han transmitido el tormento al supervisor. Pero nada ha cambiado. La botadera de agua sigue peor y, como somos indolentes, nadie se preocupa. Ahora, el dolor nos llegará cuando agotemos el poco de este recurso tan importante para vivir que nos queda. Tendremos que ir a todas las construcciones que se siguen haciendo a succionar el líquido, pues ahí es donde están los ríos ya que les hemos extraído arena, cascajo y todos los materiales que estos contenían. Entonces, el sufrimiento será igual para todos.
Sé que somos personas muy difíciles, que no nos gusta cumplir con nuestras obligaciones, no nos gusta pagar por los servicios que nos dan: recogida de basura, el consumo de agua y luz y encima desperdiciamos lo que tenemos y tiramos nuestros desechos donde quiera. En estos días circulaba por la avenida San Martín buscando alejarme de los benditos tapones en la Kennedy y me escandalicé viendo las enorme montañas de basura que hay en algunos segmentos de la transitaba vía, pero eso ocurre en muchas lugares. Cuando depositamos los votos por los candidatos de nuestra simpatía no tenemos ninguna garantía de cambios de los males que nos consumen, ya que todo depende de los acuerdos que hacen los políticos, no importa quién gane, o sea que no son los votos los que deciden, esa es la razón de muchas de las desgracias de los pueblos. Eso es universal.