¿SOLEDAD O INDEPENDENCIA EMOCIONAL?
(+) Vivir a plenitud y en control de las decisiones del día a día es parte de una persona independiente. Esto va muy alejado de pensar que no se necesita a las demás personas.
La independencia emocional puede percibirse desde diferentes ámbitos y puntos de vista. No depender de otros monetariamente y realizar actividades sin tener que pedir autorización o aprobación de alguien más son algunas.
Sin embargo, en el ámbito sociopsicológico esta hace referencia a la actitud ante la vida, al mismo tiempo de sentirse libre.
Así como también a esa habilidad valiosa de aquellos que buscan tener el control de su vida, sin ataduras que les impidan o dificulten el disfrute a plenitud de las relaciones interpersonales, explica Clara Céspedes, psicóloga clínica especialista en psicología general y sanitaria del Centro Vida y Familia Ana Simó.
Esto suele desarrollarse en el momento que la persona amplía su autonomía y adquiere la capacidad de tener un control absoluto sobre sus decisiones y la vida en general. Lo que contribuye a sentirse seguro de sí mismo y tener una autoestima elevada, afirma la experta.
Cuando esto se desarrolla de forma sana y orgánica los beneficios son valiosos e importantes, mientras que llevada al extremo podría ser perjudicial. expone Céspedes. Añade que el resultado de ser una persona independiente en el ámbito emocional es que se pueda vivir a plenitud, con libertar y estar a gusto consigo mismo y con la certeza de que el estado de felicidad depende única y exclusivamente de el.
Del otro lado, cuando la independencia no es sana, las consecuencias son muy amargas y dolorosas. Los individuos eligen aislarse y las relaciones con los demás se ven afectadas. “Generalmente se convierte en un desastre y descontrol en el aspecto emocional y social”.
¿Cualidad o defecto?
Esto podría considerarse como una cualidad o defecto dependiendo de quién esté valorando esa habilidad y de hasta qué punto la ejerza. Según la especialista en salud mental se le considera una cualidad positiva y que todo ser humano debe desarrollarla si no la tiene aún. “Se suelen crear polémicas y discusiones, ya que la palabra autosuficiente tiende a tener una connotación negativa en cuanto a creerse mejor o superior al otro”.
No obstante, esto nada tiene que ver ya que se refiere a ser eficiente, a valerse por sí mismo. Ahora bien, una cosa es poder hacer las cosas sin la ayuda de alguien y otra es aislarse porque entiende que no necesita de vivir en comunidad.
Solo o independiente
Resalta que se debe evitar confundir ser independiente emocional con ser una persona solitaria que piense que no necesita a otros en su vida y que no les dé importancia a los demás. A este punto ya no es algo positivo, sino todo lo contrario. “La independencia nada tiene que ver con llegar a decir o a querer vivir sin los demás, ya que el ser humano es un ente social. No confundamos vivir aislado con experimentar la independencia”, comenta.