Por el perdón
A pocas horas de la Nochebuena y la Navidad, el momento luce perfecto para hablar de perdón y reconciliación. De modo que cedo este espacio hoy para reproducir la Declaración de Santo Domingo firmada por la Red Internacional de aliadas y aliados por la Cultura Política de Perdón y Reconciliación. Se trata de un colectivo de organizaciones que reflexiona sobre las causas y consecuencias que genera la violencia y propone alternativas de solución que involucren y comprometan a los ciudadanos en la búsqueda de la armonía y la paz. “Ante los escenarios de rabias, odio y deseos de venganza que asisten a nuestros países y nuestro mundo, y ante la dificultad de establecer caminos de entendimiento y de comunión, 260 aliados representantes de 21 países, nos hemos reunido en Santo Domingo, República Dominicana, en el V Encuentro Internacional bajo el lema “Desactivando la violencia, activando la paz”, para señalar la violencia en sus muchas manifestaciones y para ratificar nuestra convicción y compromiso con la cultura ciudadana del perdón y la reconciliación. Reconocemos, con una espiritualidad de ojos abiertos capaz de mirar de cara a la violencia, que los problemas estructurales, la injusticia y la desigualdad social crecen de modo preocupante en nuestros países, si permitimos que crezca también la violencia física, social y moral. Dentro de esta violencia nos duele evidenciar particularmente, los casos alarmantes de corrupción e impunidad, así como los feminicidios, entre muchos otros. Exigimos a los gobiernos y a las instituciones, garantías para instaurar una cultura de paz, erradicando prácticas y lenguajes que provocan violencia social, racial, partidaria y religiosa. Convocamos a nuestros hermanos y hermanas, todos, a comprometerse en la construcción de una paz sostenible y duradera. De modo especial, invitamos a las fuerzas vivas de las Iglesias Cristianas, y en especial a los millares de católicos comprometidos que viven en este Continente, a recuperar la centralidad de la propuesta del perdón. El Papa Francisco, hablando del perdón, va proclamando por todas partes que llegó la hora de retornar a lo esencial…Sin el perdón queda solo una vida infecunda y estéril (MV 10).
Por eso, seguimos creyendo que es posible desactivar la violencia y activar la paz a través de las buenas prácticas del Perdón y la Reconciliación fomentando una cultura de diálogo y del encuentro, de la construcción de la verdad y la justicia.” Que así sea.