Temen cierre entidad que ayuda a ancianos
FUNDACIÓN SE LAMENTA AL QUEDAR FUERA DE LA SUBVENCIÓN ESTATAL
(+) Ana de Jesús de Bidó dijo que además fueron pioneros en la formación de cuidadores geriátricos con cursos y diplomados avalados por universidades.
Luego de casi 35 años trabajando a favor de los envejecientes, la directora de la Fundación Hogar Bet-El, Ana de Jesús de Bidó, dice estar preocupada debido a la incertidumbre que le genera el hecho de que la entidad quedara fuera de la subvención estatal en el presupuesto del próximo año.
Dice que por inconvenientes técnicos no pudo adecuar a tiempo los estatutos, basados en los nuevos requerimientos existentes para ese tipo de organización sin fines de lucro, por lo que se le informó que no se le asignó partida presupuestaria, lo cual pide a las autoridades sea reconsiderado y se le permita completar la documentación.
Explica que la fundación, ubicada en la Zona Colonial, funciona como Hogar de Día de envejecientes que reciben allí consultas médicas, medicinas, comida y merienda, así como apoyo emocional y religioso, ya que en su local funciona además la iglesia Cristiana de Restauración Shalom, y se ofrecen visitas domiciliarias. La fundadora de la entidad explicó a Listín Diario que cada mes reciben una subvención estatal de 133 mil pesos, que aunque son insuficientes, por lo menos le permiten pagar algunos servicios.
Dijo que para el próximo año había solicitado su incremento a 500 mil pesos mensuales para continuar apoyando a la población envejeciente de escasos recursos. Recordó que la Fundación empezó a ofrecer sus servicios en el año 1983 con varios voluntarios que acudían a hogares de la zona a asear a envejecientes en sus casas y le arreglaban las viviendas cuando estaban en malas condiciones, pero que luego empezaron a recibir llamadas de ayuda hasta de los pueblos, donde se trasladaban. Dijo que además fueron pioneros en la formación de cuidadores geriátricos con cursos y diplomados avalados por universidades, lo cual todavía hacen. Fue incorporada como entidad sin fines de lucro en 1989, recibiendo 5,000 pesos mensuales de subvención.
“Después de tantos años de servicios no quiero terminar teniendo que cerrar este centro, porque ya anteriormente teníamos dos más y tuvimos que cerrar”, dijo Ana de Jesús.
¿Dónde vamos a comer?
Julio Tatis, de 80 años, es uno de los adultos mayores que aducen diariamente comer en la fundación, por lo que dijo estar preocupado, porque si le quitan la subvención a ese hogar, no sabe dónde él y los demás envejecientes que acuden al centro diariamente, van a comer. Dice que acude allí desde hace cinco años donde recibe la comida de lunes a sábado, y que además le dan ropa y medicinas. Asegura que fue fotógrafo durante la época de Trujillo y que es médico naturista, lo cual aprendió en la India donde su padre le mandó a estudiar en el 1971. Asegura que es la única persona que cura el Sida y el cáncer en el país con medicina natural.