EL ALCOHOL Y LA SALUD BUCAL
En estos días festivos, por lo regular la gente tiende a tomar y no presta la debida atención a los daños que ello puede causar cuando el consumo es exagerado.
Compartir y disfrutar es prioridad en estos días, en los que los tragos no suelen faltar. Sin embargo, se debe ser responsable con el consumo, teniendo en cuenta no caer en los excesos. El consumo abundante de bebidas alcohólicas puede afectar no solo el organismo, sino también de manera especial la salud oral.
Entre los males bucales que esto puede provocar se destacan la resequedad de la boca, cuando una persona despierta a la mañana siguente de una noche de fiesta suele presentar la boca reseca. La saliva tiene como función proteger los dientes, arrastrar bacterias (de esta forma elimina microorganismos), esta tiene un PH de 6,5 a 7. Esto ayuda a neutralizar ácidos y amortiguar las variaciones de acidez, explican la doctora Yocasta Caba, especialista en endodoncia, y el odontólogo Máximo Cabral Báez, del Centro Dental Studio Spa. Indican que estas son alteradas y provocan que las bacterias proliferen y se mantengan en la cavidad oral, trayendo consigo otras complicaciones como gingivitis (inflamación de las encías), mal aliento, erosión del esmalte (capa más exterior del diente), por las bebidas ácidas se produce mayor incidencia de caries, altera la estética manchando los dientes y ocurre agresión de la mucosa.
Estos daños pueden traer consigo alteraciones en la mucosa que posteriormente pueden desarrollarse en algún cáncer en partes tales como la garganta, lengua o laringe, indican ambos especialistas.