En ocasión de la partida de Neftalí Rivera
Cuando lees el escrito proveniente de un jugador de la talla de Raymond Dalmau en ocasión de la muerte de su inolvidable e inseparable compañero dentro y fuera de la cancha, Neftalí Rivera, logras apreciar la esencia y el objetivo del deporte, como parte integral de la vida y la educación del ser humano, la amistad y la hermandad de los atletas. Ese es un ejemplo del verdadero rol y significado del deporte, que va más allá de un simple ganar y anotar puntos.
En nuestro caso, en República Dominicana, nuestra integración a los torneos internacionales de maxi-baloncesto a nuestra edad, nos mantiene unidos, echando a un lado la rivalidad que nos caracterizaba defendiendo los colores de nuestros clubes y la intensidad y fiereza que mostrábamos. El deporte que nos separaba, hoy nos une, defendiendo aún los colores patrios en playas extranjeras y enfrentándonos a muchos de los mismos encarnados rivales a nivel internacional.
Esa debe ser la esencia misma del deporte, que te lleva al máximo de tus capacidades físicas y al espíritu competitivo, pero, al mismo tiempo, cultiva la educación, los buenos modales, el compañerismo y, sobre todo, la hermandad entre atletas y los pueblos. Eso es lo que plasma Raymond en su noble y valioso escrito sobre su relación desde la High School en New York.
Solo así se cumple el objetivo primordial del deporte: “Mente Sana en Cuerpo Sano”. “Amistad primero y Competencia Después”.
Tuve la oportunidad de enfrentarme a Neftalí en múltiples ocasiones y en cada una de ellas aprendía algo nuevo, crecía como atleta. Su talento, intensidad y competitividad te llevaban a estudiar y prepararte profundamente para poderle hacer frente a ese excelente atleta.
Recuerdo con alegría los enfrentamientos con Peralta de Panamá y el Jabao de Cuba: Duelos de titanes!!
Batallas campales que te mantenían al vilo viendo ese despliegue de talentos a nivel mundial. Recuerdo y agradezco con gratitud lo mucho que aprendí de ellos.
Si hay alguien que tengo que agradecer en mi formación, además de mis entrenadores y compañeros, es a Neftalí Rivera y a David Peralta. Me forjé a través de ellos. Eran mi referencia, mis rivales del área: Cuba, Panamá, Venezuela, Colombia, México, Filipinas, Argentina, República Dominicana. El Eugenio María de Hostos, educador boricua también, y el Palacio de los Deportes.
Cada encuentro era una enseñanza en el plano personal. Así como Raymond y Neftalí eran un dúo poderoso, así tuve la oportunidad de emular esa combinación con mi gran compañero Pepe Rozón. Innumerables enfrentamientos, grandes batallas, pero unidos ante la amistad y el respeto.
Recuerdo con alegría que al concluir un partido de maxibaloncesto en el Palacio de los Deportes sentí ese gran apretón y abrazo en mi espalda. Al girar pude apreciar la inmensa sonrisa de Neftalí Rivera a quien hacía muchos años que no veía. Comenzó a hablarme y me dijo de lo contento de verme jugar después de muchos años.
Quise contestarle, pero su médico a su lado me dijo que el no podía oírme debido a las complicaciones que le causó un derrame cerebral y que era asombroso que pudiese reconocerme. Nos abrazamos de nuevo, fuertemente, y luego se dirigió a las gradas diciéndome adiós con las manos. Después del derrame había perdido muchas de sus facultades motoras. Estaba más grueso y tenía la mirada un poco perdida.
Al saber la noticia de su muerte, sentí una gran pena en mi corazón y evoqué esos encarnizados enfrentamientos que me llenaban de satisfacción y me motivaban a superarme aún más hasta poder competir al mismo nivel de ellos.
La generación de baloncestistas de nuestra generación agradece las enseñanzas que pudimos obtener de nuestros hermanos boricuas, tanto de los jugadores como Neftali y Raymond y un gran número de entrenadores y dirigentes, a través de los frecuentes intercambios que sosteníamos tanto en Dominicana como en la Isla del Encanto. Neftalí Rivera, la fanaticada dominicana siempre te recordara con alegría. ¡Gracias por esos inolvidables momentos!! Descansa en paz querido amigo, Competiremos de nuevo en el cielo!!
EL
FAMA DEPORTE DOMINICANO