El Séptimo Cielo
Desde muy temprana edad he seguido el béisbol dominicano, primero como un simple fanático y luego en mi rol de periodista deportivo, que ha trabajado con 3 de los equipos que participan en el torneo profesional otoño-invernal. Crecí escuchando en la radio a los grandes comentaristas y narradores de la pelota criolla de los años 60 y 70, en una época en que las transmisiones de televisión eran escasas. Recuerdo principalmente a Billy Berroa, Félix Acosta Núñez, Max Reynoso, Lilín Díaz, Tomás Troncoso, Fidencio Garris, Alvarito Arvelo, Jorgito Bournigal y Johnny Naranjo, verdaderos íconos, a través de cuyas voces seguía las incidencias de los partidos. Cuando en 1973 me inicié en la crónica deportiva, teniendo como mentor a José Ravelo, Félix Mario Aguiar, a la sazón presidente de los Leones del Escogido, me dio mi primer pase de prensa para entrar al estadio Quisqueya. Fue Ravelo, quien habló con Aguiar para que me consiguiera el carné. Además, Félix Mario me conocía, pues yo era amigo de sus hijos, ya que residíamos en el sector de Naco. La primera vez que subí al palco de la prensa con Ravelo y tuve la oportunidad de ver por vez primera en persona a esas figuras que admiraba desde niño, me embargó una emoción indescriptible. Imagínense, con apenas 19 años recién cumplidos, para mí era algo impensable encontrarme frente a frente con esas leyendas del periodismo deportivo dominicano, verdaderos ídolos, a quienes sólo conocía de escucharlos o ver sus fotos en los periódicos.
“Copazos en el Play”
En esos años, el palco de prensa, bautizado por el narrador cubano Rafael Rubí como Séptimo Cielo en los años 50, no presentaba la configuración que tomó luego de ser remodelado muchos años después y que tenía en la actualidad. El área donde se reunían los cronistas para ver los partidos y comentar las jugadas, cuando no estaban transmitiendo, se encontraba en el lado izquierdo, al final del pasillo que iba desde al ascensor. Luego estaban las 4 cabinas de radio y televisión repartidas hacia la derecha. También había casetas para el anotador oficial, el Tío, Carlos Andrickson y las que ocupaban los reporteros, especialmente el sempiterno Arturo Industrioso, que reseñaba los partidos para El Caribe y articulistas como don Fidencio Garris. Don Fidencio escribía su columna “Copazos en el Play”, en que hacía una descripción magistral de lo que sucedía en los juegos, con un inconfundible y genial estilo, digno del más excelso prosista del Siglo de Oro Español. A don Fidencio nadie osaba molestarlo mientras tecleaba en su Olivetti, sin más compañía que su escocés. Recuerdo una vez que lo interrumpí y le hice una consulta sobre un artículo que escribía para El Nacional. Me dio tremendo boche, aunque después me dijo que no me molestara, que simplemente estaba pagando el noviciado El espacio de las tertulias era un lugar sagrado, una especie de logia reservada para los más veteranos cronistas y fue el finado Temo Metz, a finales de los 70 y principios de los 80, quien rompió esa tradición e impuso un estilo menos formal y distendido, abriendo las puertas a una nueva generación de periodistas entre los que me encontraba yo, que comencé a asistir a ese lugar de forma frecuente de la mano de Roosevelt Comarazamy. Fue precisamente Temo quien bautizó esa área del Séptimo Cielo como “El Gallinero”, por los debates que se suscitaban allí, teniendo como argumento principal la fauna beisbolera criolla, aunque también proliferaron como temas de discusión la política, la farándula y los chismes sociales. Además de los ya mencionados, eran fijos en “El Gallinero”, el propio Roosevelt, Max Álvarez, Fernandito González Tirado, José A. González, Rafael Cuello Batista, Juan Nova Ramírez, Freddy Mondesí, Guillermo Henríquez, Osvaldo Cepeda, Julio Elpidio Santana, Mendy López, Fernando Meriño, Dionisio Guzmán, Radhamés Grullón, anunciador oficial del estadio y otros que se escapan a mi memoria. Para la misma época en que llegó Metz y también años después, se hicieron asiduos contertulios del palco de prensa, Bienvenido Rojas, Mickey Mena, Julio Andrés López, Pepín Guzmán, Danilo Domínguez, Guelo Tueni, Tuto Mota, Claudio Hanley, Onfalia Morillo, Tano Martino, Domingo Batista, Ramón Jerez, Leo Corporán, Ramón Cuello, Renaldo Bodden Vicente Mejía, Rolando Guante, Dimaggio Abreu, Leo López, Américo Celado, Osvaldo Rodríguez Suncar y muchos más. Con los años, tuve el honor de trabajar en la misma cadena de transmisión junto a Billy Berroa, Félix Acosta Núñez, Lilín Díaz, Jorgito Bournigal, Johnny Naranjo, Tomás Troncoso, Mendy López, Juan Nova Ramírez, Freddy Mondesí, Roosevelt Comarazamy y Mickey Mena, en la mayoría de los casos teniendo como escenario el hoy inexistente palco del estadio Quisqueya- Juan Marichal. Estoy seguro de que muy pocos cronistas han tenido ese privilegio.