PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO Educación climática en RD

La escasez del agua está relacionada con el cambio climático y para garantizar el uso abundante de este preciado líquido, es necesario trabajar en la conservación y preservación de los recursos naturales y crear conciencia de cuánto afecta el cambio climático la vida de los ecosistemas y la salud de la población. De ahí que se hace necesario que las naciones implementen y desarrollen programas educativos como los que ha propuesto la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Según la UNESCO, el proceso de industrialización impulsó las economías de los países ricos y mejoró sustancialmente la calidad de vida de la población mundial. Este impulso y desarrollo de la industria, trajo como consecuencia una transformación de la superficie y la atmósfera terrestre, afectando la salud de los ecosistemas del planeta. Un estudio publicado por la UNESCO, titulado “Educación sobre el cambio climático para el desarrollo sostenible” indicó que “La disminución del hielo en los polos terrestres; los cambios en las precipitaciones que provocan sequías e inundaciones; la frecuencia de fenómenos atmosféricos extremos; la elevación del nivel del mar, son algunos de los efectos del calentamiento y los cambios del clima del planeta.”

Mitigar estos efectos producidos por el cambio climático, ha sido una preocupación de la UNESCO, abordando el problema climático de manera holística, trabajando en la educación, la cultura y la comunicación. Esta iniciativa se aprobó en la 15va conferencia realizada en la ciudad de Copenhague, capital de Dinamarca, en los días 7 al 18 de diciembre de 2009.

La educación sobre el cambio climático, en el marco del desarrollo sostenible, ha sido implementada para comprender y emprender acciones urgentes y transformadoras, que permitan contrarrestar la amenaza de un cambio climático catastrófico. Los sistemas educativos deben asumir este reto, desarrollando capacidades y actitudes sociales individuales, para mitigar los efectos, la adaptación, la comprensión y atención del cambio climático.

En la República Dominicana, el Ministerio de Educación, el Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio y la UNESCO, han diseñado un programa titulado “Cambio climático en el aula”, con un contenido organizado en cinco guías y cinco folletos, donde se describe todo lo relativo al “aprendizaje sobre el cambio climático”.

El programa se inició con la invitación a las universidades para que enviaran profesores del área de Medio Ambiente a participar en un curso sobre Cambio Climático, para que éstos luego sirvieran de formadores en sus respectivas universidades. La Universidad Católica Tecnológica del Cibao (UCATECI), la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), el Instituto Superior de Agricultura (ISA) y la Fundación Sur Futuro enviaron 70 profesores para un curso formativo. Estos catedráticos se convirtieron en formadores de docentes. Participaron además, 18 asesores técnicos de regionales educativas; 75 técnicos distritales para acompañar los futuros docentes en las aulas que trabajan con el cambio climático y se asegure la articulación con las asignaturas que imparten sus centro educativos. El programa de capacitación incluye 7 talleres dirigidos a los docentes, y en cada caso deben identificar los problemas producidos por el cambio climático en el entorno donde desarrollan sus actividades docentes cada día y proponer soluciones para mitigar sus efectos.

En cada taller que se realiza, el 75% son maestros de Ciencias de la Naturaleza y el 25% de Ciencias Sociales. Se han capacitado mil 200 docentes de básica y media de 18 regionales educativas, que abarcaron las provincias Sánchez Ramírez, Duarte, Valverde, Monte Cristi, Bahoruco, Barahona, Monte Plata, San Cristóbal, San Pedro de Macorís, Santiago, La Vega, Puerto Plata, San Juan, Azua, María Trinidad Sánchez y Santo Domingo. Se han realizado intercambios internacionales y pasantías y un seguimiento y acompañamiento en las aulas. Todos los docentes formados en esta etapa se comprometieron a impartir a sus alumnos los conocimientos aprendidos.

Los docentes también realizaron visitas e intercambios internacionales, para observar el desarrollo del proceso de formación climática que se implementa a nivel internacional.

Al año 2017, se logró completar la capacitación de 4 mil docentes de las 18 regionales y los 76 distritos educativos en todo el territorio de la República Dominicana. De esta cantidad, 835 se graduaron en el eje sureste; 525 en el eje suroeste y mil 36 en el eje del Cibao.

La profesora Andrea Griselda Rincón, coordinadora del Programa de Formación Continua de INAFOCAM expresó que:”La visión y la meta es que según se vaya ampliando el programa con la integración de más docentes, y estos puedan adquirir capacidades para enseñar cómo retardar las acciones negativas del cambio climático, se cree una actitud o una cultura de uso de los recursos que sea cada vez más amigable con el ambiente”

Se ha proyectado continuar el programa de capacitación, aumentando hasta 6 mil la cantidad de docentes formados para los próximos años.

En el futuro, se proyecta impartir los cursos de cambio climático en línea; dar seguimiento en las aulas a la implementación de la temática sobre cambio climático y fortalecer la cooperación con el Consejo Nacional para el Cambio Climático y la UNESCO, para el desarrollo de estos programas.

Sólo a través de la educación, se puede crear una ciudadanía, una fuerza laboral y sectores gubernamentales y sociales cada vez más conscientes de los efectos del cambio climáticos y del rol que le corresponde desempeñar para reducir sus devastadoras consecuencias. “Cada uno tiene la posibilidad de hacer algo por el cambio climático, hasta un pequeño cambio en nuestro estilo de vida puede reducir los efectos de las emisiones de los gases de efecto invernadero. Es el principal reto de nuestro tiempo”, señala la UNESCO. Asumir con la responsabilidad que amerita la educación climática es un imperativo de todos los gobiernos.