PROFESIONAL
“Cuando se trata de jóvenes o adolescentes no es suficiente el apoyo y amor de la familias”, puntualiza María M. Taveras, psicóloga de los servicios en la ADR, filial Santiago, quien agrega que “se requiere además del optimismo y la asertividad como herramientas indispensable para vencer los traumas y barreras que trae consigo una discapacidad ”. Considera que para conseguir que los jóvenes con discapacidad física o intelectual logren superarse, es necesario educarles para la vida, desarrollando sus habilidades, potencializando sus capacidades y destrezas propias. En cuanto a lo físico, logrando la adaptación de su nueva condición, despertándoles deseos de superación, trabajándoles la autoestima y ofreciéndoles todo el apoyo de instituciones, que como la ADR, trabajan a favor de la discapacidad.
Ve la intervención psicológica como fundamental, ya que ofrece apoyo y estrategias para trabajar y superar la condición. “Lo más saludable sería que desde que se tenga un diagnóstico, el usuario o paciente reciba apoyo y amor de toda la red familiar, ofrecerles de inmediato terapias dirigidas a la discapacidad o condición, ser constantes y persistentes en seguir las estrategias y recomendaciones ofrecidas por el terapeuta, y no victimizar al individuo”, sostiene.