Listin Diario

SÉPTIMO ARTE ...Y EL MUNDO MARCHA

GRANDES CLÁSICOS

- Rienzi Pared Pérez Santo Domingo

(+) En 1989, la película fue considerad­a «cultural, histórica y estéticame­nte significat­iva» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos

Una vez un gran amigo me dijo lo siguiente: “Un Ingeniero no comienza una casa por el techo sino por la base para poder cimentar su estructura” esta frase era para delinear que habría que recurrir a los clásicos del cine para poder entender el desarrollo del mismo y beber de la sabiduría de los pioneros que ayudaron a construir este arte.

Esta analogía cabe perfectame­nte en la película que analizamos; porque no solamente es considerad­a una de las grandes obras maestras del cine, sino que es uno de los dramas más desgarrado­res que he podido ver, siendo una película del período del cine mudo. Nos estamos refiriendo a la película “...Y el mundo marcha” (The Crowd) del afamado director King Vidor y producida por el llamado niño prodigio de Hollywood, el gran Irving Thalberg. La cinta fue estrenada el 18 de febrero del 1928 en la ciudad de Nueva York donde los críticos elogiaron su puesta en escena.

La historia se centra en un individuo llamado John Sims (James Murray) que nace el 4 de julio, día de la independen­cia norteameri­cana. John queda huérfano a los 12 años y deberá sobrevivir en un mundo hostil. A los veinte años se traslada a la ciudad de Nueva York en busca del sueño americano. Aquí, el director nos muestra un plano general donde se visualiza esta selva de cemento, y la vida agitada, destacándo­nos la locura de la multitud en una ciudad que no protege al débil porque solamente los fuertes sobreviven.

John Logra conoce a Mary (Eleanor Boardman) y ambos contraen matrimonio. E intentan llevar una vida feliz al lado de sus dos hijos. Un día John consigue dar con una frase publicitar­ia y le han pagado una buena suma de dinero; por lo que regresa a su casa lleno de regalos para su esposa y sus hijos. De repente logra ver a sus hijos, y mientras ellos cruzan la calle, su niña de 4 años es atropellad­a por un camión quedando gravemente herida. En esta escena el director logra un montaje excelente acogiéndon­os a los efectos que para la época existían. Pues bien, este hecho será el detonante de la depresión de John al no querer seguir viviendo.

Mientras su hija se encuentra en el lecho de muerte; John aquejado por la pena que está pasando, sale a la calle y quiere que todo el mundo guarde silencio ante el bullicio de la multitud; pero un policía le reprocha que el mundo no se puede paralizar por el solo hecho de que su hija esté agonizando. El mundo tiene que seguir hacia adelante. La lección viene dada en el sentido que solamente contamos con nosotros mismos. Porque el mundo no se apiada de nada ni de nadie. Es implacable. Es por ello, que nuestras penas y nuestras felicidade­s van a depender de cómo la llevemos juntos.

“Y el mundo marcha” es una pieza demoledora desde el punto de vista de los sentimient­os. John cae en un profundo dolor y desgano de la vida, que por su actitud, pierde el trabajo. Es repudiado por su esposa por la manera de conducirse, y le pasa por la mente, la idea del suicidio. El último vestigio de salvación se lo brinda su pequeño hijo que le profesa toda la confianza apegado a un amor puro como lo hace el sentimient­o de un niño. Verá en el rostro de su hijo la esperanza del porvenir; por lo que logra la reconcilia­ción con su esposa y se ampara en el futuro para la búsqueda plena de la felicidad.

El filme posee una dirección y un guion extraordin­ario que el mismo King Vidor la considerab­a entre las mejores películas que había filmado. La película no consiguió el éxito que se suponía iba a ser; sin embargo, la crítica la catalogaba un producto excelente y exquisita. A través de los años, grandes historiado­res y cineastas las han tenido que ver varias veces para poder tener la influencia necesaria para lograr conseguir grandes aportes a sus trabajos. Tal es el caso de Billy Wilder que tomó parte de sus ideas para “El Apartament­o”, otra gran obra maestra del cine del año 1960.

En fin, partiendo de la premisa inicial de ir a la base del cine para conocer el mundo de las imágenes, es perentorio y sumamente necesario, el ver esta obra maestra para poder entender el mundo mágico desde sus inicios hasta el día de hoy.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic