Freno a compra MoneyGram traba empresas
La fallida compra de la estadounidense MoneyGram por parte de la china Ant Financial es uno de los últimos ejemplos de inversiones frustradas de empresas chinas en el extranjero por cuestiones de seguridad nacional, aunque los expertos apuntan también a la falta de reciprocidad en las oportunidades.
Ambas empresas anunciaron esta semana el fracaso de la operación, cerrada en enero de 2017, debido a que Ant Financial (parte del gigante del comercio electrónico Alibaba) no ha conseguido la autorización del Comité de Inversiones Exteriores de Estados Unidos por cuestiones de seguridad nacional.
Este organismo, que reúne a dieciséis departamentos y agencias del Gobierno estadounidense, evalúa las implicaciones en la seguridad nacional de las inversiones procedentes del extranjero en suelo estadounidense o viceversa y en esta ocasión no ha dado luz verde a la compra por parte de Ant Financial de Moneygram.
Lester Ross, socio en Pekín de la firma legal WilmerHale, explicó a Efe que los límites que se encuentran las empresas chinas vienen en primer lugar de su propio Gobierno, que endureció la legislación en 2016, y después se topan con las restricciones de otros países por motivos de seguridad o desigualdad de oportunidades.
“Salvo que el Gobierno chino reduzca las barreras a la inversión extranjera más rápidamente y de forma más profunda, la demanda de un trato recíproco seguirá imponiendo límites a las adquisiciones de China en muchos países de la OCDE”, destacó Ross, quien cree que las trabas incluso podrían aumentar “en EE.UU. y muchos de sus aliados”.
Para este experto, las preocupaciones que tienen los países extranjeros sobre la inversión de China han aumentado al tiempo que la segunda economía mundial ha crecido.
“Sus compañías se han convertido o aspiran a convertirse en empresas competitivas a nivel mundial”, pero como “tienen conexiones sustanciales con el Gobierno, son vistas como extensiones de la política gubernamental”, lo que fomenta las restricciones por parte de otras naciones, detalló.
En octubre 2017 EE.UU. anunció una revisión de las prácticas de propiedad intelectual de China.