Jesús y el PRM
El PRM, cuyo liderazgo se disputan Hipólito Mejía y Luis Abinader, tuvo un desempeño en las urnas mucho mejor de lo esperado en el pasado proceso electoral ganado por Danilo Medina. Ni revolucionario ni moderno, ese producto de un desprendimiento traumático del PRD, ha tenido que arrancar de cero. Las aspiraciones y los retos de la organización y de sus dirigentes son muchos, desde llegar a convertirse en un verdadero partido político, hasta diferenciarse de los vicios y de las viejas prácticas de los demás, para no repetir las frustraciones que generalmente reciben los miembros y simpatizantes de las organizaciones que se ofertan al electorado del país. Sin una ideología como plataforma y sin un liderazgo fuerte que controle y discipline todo. ¿Cómo garantizar que la lucha por el control interno de la organización y el fantasma de la división no hagan acto de presencia en el PRM y no se repita la historia de siempre? Es la gran incógnita por descifrar y la gran responsabilidad que tienen por delante las dos figuras con mayor arraigo, Me- jía, por haber sido Presidente, y Abinader, por haber sido último candidato con buen desempeño. Como forma de evitar los fiascos, los fracasos y los engaños, y contar con un sistema democrático más fuerte y funcional, necesitamos mejores partidos y dirigentes políticos. Partidos y directivos transparentes, modernos, organizados, enmarcados en reglas y normas institucionales que se respeten. En pocas palabras, necesitamos en las organizaciones políticas a más gente seria, honesta, capaz –que respete y que se respete-, a fin de que cuando la mayoría del pueblo les dé el triunfo en las urnas, vayan a las respectivas posiciones públicas y se comporten como verdaderos servidores. Solo entonces –y así-, podríamos tener mejores partidos, mejores políticos, y el país que necesitamos. Por cierto, el doctor Jesús Feris Iglesias –médico eminente, mejor ciudadano y político decente– inscribía ayer su candidatura a la presidencia del PRM. Es persona que suma, que cae bien e interactúa con todos los sectores. Por su trato, capacidad y calidad en diversos aspectos, es un lujo para cualquier partido tenerlo en sus filas, y mucho más como su cabeza. Puede que su madurez y la juventud de Andrés Lugo –a la Secretaría-, sean buena mutual en el PRM.