SUGERENCIAS CREATIVAS PARA UN FELIZ RETORNO A CLASES
1) Tomar en cuenta el uso de recursos visuales como imágenes, ilustraciones y colores en el lugar de trabajo, así como todas las acciones tendentes a la interpretación del mensaje: dramatización, juegos, títeres, interpretación o dibujo. “Sin importar el área de trabajo donde se encuentre, hay que hacer buen uso de las ilustraciones, por lo que las maestras y los maestros tenemos que tener dominio del valor de las imágenes, los colores, en especial de los colores primarios, para organizar y condicionar el ambiente donde vamos a trabajar”, dice Julio Cuevas (Literatura infantil para la imaginación y el pensamiento crítico, 2012, p. 15).
2) Realizar actividades complementarias a la actividad. Por ejemplo, cantar y elaborar diálogos a partir de la poesía, como sugiere Cuevas, o sugerir preguntas relacionadas con el texto, en el caso del cuento; este último se presta para que el lector busque palabras desconocidas en el diccionario, resuma la idea central, haga dibujos de los personajes, identifique tipos de oraciones e invente títulos y finales alternativos, como apuntan Luciano y Grimaldi.
3) Aplicar en el aula las teorías de la Estética de la creatividad y de la Teoría del Juego para mantener el interés de los pequeños lectores. De acuerdo con el filósofo, pedagogo y catedrático español Alfonso López Quintás, “el juego es promocionador de la libertad humana y fuente de gozo”. De esta forma, escribe: “Si se toma en serio el juego, es decir, con desinterés respecto a toda forma de libertadde-desarraigo que rehúya la vinculación a las normativas lúdicas, el juego –en aparente paradojaofrece al jugador posibilidades indefinidas en orden a desplegar su capacidad inventiva”. (Estética de la creatividad: juego, arte, literatura, 1998).
4) Tomar en cuenta a Luciano y Grimaldi cuando dicen que en un libro para niños la lectura debe entretener y poseer un valor estético evidente, el vocabulario debe ser fácil, tratado al nivel de la infancia, los temas deben ser tratados sin intención de moralizar, las tramas deben ser sencillas y el uso del lenguaje debe estimular la lectura y debe desarrollar la fantasía y la imaginación. Evitar, además, los libros con imágenes estereotipadas.
5) Luciano y Grimaldi recomiendan realizar actividades que ayudan al desarrollo de la estética a través de la literatura infantil y que contribuyen a que el infante cree expresiones de la plástica o reproduzca verbalmente lo que escucha o lee. Entre sus sugerencias figuran: modelado en plastilina o arcilla, pintura, ejercicios corporales asociados al drama infantil o al juego, ejercicios que ayudan al desarrollo del lenguaje (volver a contar un cuento, fábula, recitación de poemas partiendo de la observación de obras artísticas), collages, dibujos o títeres. También sugieren que los niños consuman obras literarias escritas por adultos para ellos y no las de su propia inventiva. “Esto se debe a que la literatura escrita por niños no posee en general las cualidades adecuadas de una buena producción, por la falta de madurez literaria que la caracteriza, hecho que la relaciona con la edad y características de los infantes”.