Burrulote Rodríguez
EXALTADO AL PABELLÓN DE LA FAMA DEL DEPORTE DOMINICANO EN 1965
El pelotero que en su tiempo de jugador activo se distinguió como pitcher, cátcher, jardinero y primera base, también fue uno de los mejores managers que teníamos los dominicanos. Naturalmente, nos referimos a Burrulote Rodríguez.
Su labor en aquellos clásicos (Series Mundiales Amateurs) resultó muy elogiada por la prensa extranjera, especialmente la cubana, que reconoció en el dominicano un excelente dirigente. Rodríguez puso de relieve su patriotismo con su actitud frente a la agresión de los fanáticos en el Estadio La Tropical, durante el desarrollo de la V Serie (1942). Nuestro propulsor dirigió la Selección Dominicana en los V Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe realizados en 1946 en Barranquilla, Colombia, quedando sub-campeones, igual que en 1942 en Cuba. Burrulote fue el capataz del combinado de “Guerra y Marina” en 1947 y del team “Presidente” en los principios de la década de los 40. También se le vio dirigiendo al team “Columbia” en el béisbol nuestro de 1944.
En 1948 llevó al equipo de “Azua” a conquistar una serie de béisbol amateur. Nuestro personaje formó parte del mejor team dominicano de béisbol de todos los tiempos, elegido por la Sociedad “Pro-Deportes” en 1946 y luego en 1965 exaltado como inmortal del Deporte Dominicano, cuando ingresó al Pabellón de la Fama.
Hay que resaltar que Luis Ernesto supo destacarse en ciclismo, boxeo y natación y en los últimos días de su vida se dedicaba a jugar billar y otros deportes.
El deportista Sigfrido Objío, refiriéndose a Burrulote, señaló, entre muchas cosas, “Hubiera sido una injusticia, una falta de ética deportiva, si Luis Ernesto Rodríguez (Burrulote), no hubiera aparecido en el rol del mejor equipo de béisbol de todos los tiempos, que auspició la Sociedad Pro-Deportes. Esa injusticia habríamos tenido nosotros, deportistas sin prejuicios, que haberla subsanado. Sin embargo, no fue así, y Burrulote fue escogido para el mejor team. ¡Se había hecho justicia! Continúa diciendo Objío: “Caballero a carta cabal, con pleno convencimiento de su misión, supo alejarse a tiempo de las actividades del béisbol como jugador regular de su team; sin embargo, sus inquietudes deportivas vivían en su espíritu y se embarcó en nuevas acciones beisboleras como Manager de equipos. Sufrió decepciones, pero como nuevo Quijote, siguió la senda que le trazó su amor al deporte. El “Ciudad Trujillo”, el “Columbia” y otros, dicen de sus sacrificios deportivos. Lamentamos no poder continuar todo lo referente a nuestro protagonista, pero un solo artículo no bastaría, imposible, para escribir la vida completa de este hombre extraordinario que representa un personaje histórico de nuestro béisbol romántico”.