UN MOMENTO Baño de multitudes

Los franceses dicen que hay que darse baño de multitudes de vez en cuando. El baño de multitudes consiste en mezclarse con la gente, el baño de multitudes, cuando uno está con mucha gente, le recuerda que uno no es un solitario en el planeta tierra, que uno hace parte de un pueblo, no solamente de una familia, sino de un pueblo.

Los dominicanos y dominicanas nos hemos dado, el 21 de enero y todos los días anteriores, un baño de multitudes, que significa un baño de dominicanidad, un baño del pueblo con el pueblo; hemos caminado, hemos peregrinado juntos hasta Higüey para recordarnos que en esta tierra somos peregrinos, somos caminantes, salimos de un sitio y llegamos a la meta, pero no vamos solos, el individualismo es tremendo; los que no peregrinan, los que no van a otra parte, los que están solos, terminarán aburridos.

Por eso, el baño de multitudes, el baño de las peregrinaciones, el baño que se acaban de dar los dominicanos y dominicanas, les da ansia y ánimo y les hace ver muchísimas cosas buenas que tienen los dominicanos; los que se aíslan, los que no peregrinan, los que no toman el olor del pueblo, son personas que terminarán hablando mal de ese pueblo porque no lo conocen a fondo, porque no están con él, porque están aislados, porque están en sus cúspides y no ven a los demás.

El baño de multitudes, sí nos hace ver los fallos que tenemos, pero sobre todo las grandes virtudes que tenemos: un baño de multitudes en las peregrinaciones que nos hace tanto bien. Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.