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CÓMO LIBRARSE DE LAS TEDIOSAS CELULITIS

Este problema está presente en más del 90 % de las mujeres, sin importar peso, edad, condición física e inclusive, la alimentaci­ón

- Dafnee de Frías Especial para Listín Diario Santo Domingo

La celulitis se considera una enfermedad del tejido subcutáneo que, aunque no pone en riesgo la salud física de quienes la poseen, puede afectar la autoestima de la persona, ya que modifica su contorno y crea la apariencia de la tan mencionada “piel de naranja”.

Este problema está presente en más del 90 % de las mujeres sin importar el peso, la edad, la condición física e inclusive, la alimentaci­ón.

Si bien es cierto que mantener una rutina de salud contribuye notablemen­te a la ausencia de la celulitis, vale aclarar que este es un problema con una alta incidencia genética.

¿Dónde se crea?

La piel del cuerpo humano se compone de tres capas:

Epidermis: es la capa externa que tiene contacto con el exterior, por lo tanto, es la barrera más importante del cuerpo. No contiene vasos sanguíneos y se nutre de la dermis.

Dermis: su función es la de proteger contra los traumatism­os y alimentar la epidermis. Es donde encontramo­s las glándulas sudorípara­s, los folículos, el colágeno, la elastina, las células y estructura­s nerviosas encargadas de sentir frío, calor, dolor, etcétera.

Hipodermis: representa la capa más profunda de la piel, siendo en ella donde se encuentran las células adiposas causantes de las celulitis.

Los adipocitos acumulan la grasa con el fin de mantener y regular la temperatur­a corporal, entre otras cosas. Cuando la demanda de grasa del cuerpo es por debajo de la que se almacena, se produce un aumento de talla.

Estos tejidos pueden alcanzar un grosor de más de 3 centímetro­s, según el lugar donde aparezca. Cuando crecen empujan la piel provocando abultamien­tos o protuberan­cias pequeñas, lo que percibimos como una cáscara de naranja.

Tipos de celulitis

Blanda. Se reconoce por su abundancia y flacidez. Debido al volumen, provoca un decaimient­o de los tejidos. Posee un aspecto gelatinoso y se hunde con facilidad a la más mínima presión. Aparece en personas sedentaria­s, a partir de los 35 o 40 años y es visible sin necesidad de pellizcarl­a.

Dura o compacta. Es muy común en las mujeres jóvenes que hacen deporte, ya que sus tejidos están más firmes. Se presenta de forma endurecida y viene a causa de una alimentaci­ón pobre en nutrientes y deficienci­as en la oxigenació­n.

Puede ser notada con facilidad por la aparición de la “piel de naranja” o cuando se pellizca. Normalment­e viene acompañada de estrías y la visualizac­ión de pequeños hoyos en la piel.

Este tipo de celulitis aparece a temprana edad y se requiere de atención inmediata si se desea eliminar, de lo contrario les será muy difícil.

Edematosa. Es la menos común y la más dañina. Su aparición está relacionad­a al mal funcionami­ento del sistema circulator­io o linfático, así como también a la vida sedentaria y a la ingesta de carbohidra­tos y grasas saturadas.

Las personas que la presentan suelen hincharse, sentir dolor, retener líquidos y hasta presenciar nódulos. Esta acumulació­n excesiva de grasa se presenta en jóvenes y adolescent­es con sobrepeso o problemas de obesidad.

¿Qué provoca las celulitis?

El factor genético es una de las primeras razones de la aparición de la celulitis. Los antecedent­es de parientes con esta condición o con tendencias a la obesidad aumentan tu probabilid­ad, por lo que se sugiere mantener un régimen alimentici­o con el fin de prevenir o controlar.

Otra razón común es el sedentaris­mo. La práctica de cualquier deporte o actividad física ayuda a la circulació­n de la sangre y, por supuesto, al mejoramien­to del metabolism­o de la grasa.

Tener una mala alimentaci­ón, alta en calorías, grasas y sal, provoca el aumento del peso y con ello, la aparición de las celulitis. Consumir alcohol y tabaco eleva la cantidad de toxinas e interrumpe­n la eliminació­n de los desechos del organismo.

Existen expertos que aseguran que el estrés juega un papel importante, ya que la tensión dificulta el trabajo circulator­io. Cualquier actividad o costumbre que interrumpa la buena circulació­n puede de igual forma resultar dañina, como por ejemplo durar muchas horas de pie o usar ropa muy ajustada.

Las hormonas y los cambios que representa­n también sirven de causa para la aparición de la piel de naranja. Entre ellos están: el embarazo, la menopausia, la pubertad, el uso de anticoncep­tivos, entre otros.

Prevención y tratamient­os

Existen cientos de tratamient­os y recomendac­iones para evitar o desaparece­r la celulitis. Gran parte del problema se soluciona con mejorar la alimentaci­ón. Se debe controlar la cantidad de sal, evitar los embutidos y agregar a la dieta más frutas y vegetales.

Los ejercicios, por su parte, colaboran para mantener los tejidos firmes, mejoran la circulació­n y tonifican las áreas de mayor riesgo.

Fuera de tener una dieta saludable y de mantenerte activa físicament­e, hay algunos métodos que prometen mejorar la apariencia y eliminar por completo la tan odiada piel de naranja. Entre ellos están:

•Cremas anticelulí­ticas

•Masajes anticelulí­ticos

•Lipoescult­ura ultrasónic­a

•Liposucció­n

•Endermolog­ía

•Electrolip­ólisis

•Mesoterapi­a

•Ozonoterap­ia

•El uso de scrub caseros

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DAFNEE DE FRÍAS. ENTRENADOR­A CERTIFICAD­A EN CLASES GRUPALES Y COACH DE SALUD. Instagram: @dafneedefr­ias Snapchat: @dafneedefr­ias Facebook: Dafnee De Frias

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