Ay, esos políticos
Los políticos nos engañan y nosotros lo aceptamos aunque creemos que es una farsa, una cantinflada, una chercha.
El caso de la Ley de Partidos es un ejemplo de cómo los políticos juegan con la población. Todos dicen que esa ley es una ‘necesidad’, una ‘obligación’ para garantizar los procesos electorales, pero todos la ‘torpedean’, incluyendo el mayoritario PLD y qué no decir de los vocingleros denominados ‘emergentes’ o los ‘chiquitos’ que temen quedar legalmente fuera de juego en el ejercicio político.
Después de entretener a la gente con el anuncio de contratación de juristas para definir el status constitucional de las primarias –relacionado con un alegado enfrentamiento DaniloLeonel-, el Comité Político del PLD decidió esta semana que los legisladores sean quienes decidan el futuro de dicha ley con su voto individual. Una tomadura de pelo.
El PRM anunció con bombos y platillos que había hecho un padrón, con 520,000 inscritos calificados para votar en su convención interna para elegir las autoridades del partido, pero ahora hablan de posponer la elección, fijada para el 18 de fe- brero, porque ‘se está organizando el padrón de militantes’. Otra tomadura de pelo.
La denominada ‘marcha verde’, que en enero del 2017 emergió como un fuerte mecanismo de presión de la sociedad, se desvaneció –como dijera en un análisis que publicara a página en este mismo diario en noviembre pasado- por las confrontaciones intestinas de falsos protagonistas, la incidencia de politicuchos que trataban de usar ese movimiento de catapulta para estar en ‘el medio’ y tratar de ‘destacarse’ como no podían hacerlo por el ejercicio propio. Otro fraude.
Hoy, como colofón de estas apreciaciones, cito el caso del nieto de Trujillo que se ha convertido en ‘tema de debate nacional’ por sus ilusas intentonas de participar en la vida política nacional, como si fuera un carnaval, pero que ‘logra colocarse’ gracias a la ‘gracia’ que le da el Partido Demócrata Institucional (PDI), cuyo presidente, Ismael Reyes, no pudo responder el porqué, ya que a una pregunta de Huchi Lora, este martes, en su programa de televisión, el periodista le preguntó -¿por qué si usted es un político más profesional, de mucho más tiempo en estas lides e incluso con un mejor discurso que el de ese descendiente de Trujillo, no es usted el candidato presidencial de su partido? La respuesta fue un gangueo, un titubeo, suficiente para que Javier Cabreja –compañero de Huchi en el programa- concluyera la entrevista indicando que “no tenemos tiempo para más”. Este caso, un chasco.