Trump quiere desfile militar
Estados Unidos reaccionó ayer con recelo a la propuesta del presidente Donald Trump de organizar un desfile militar para honrar a las Fuerzas Armadas, que muchos ven como otra de sus excentricidades, en un momento en el que la principal preocupación del Pentágono es poder modernizar su arsenal. “Tomemos el dinero que el presidente quiere gastarse en este desfile y asegurémonos de que nuestras tropas estén preparadas para la batalla, sobrevivan y vuelvan a casa con sus familias”, declaró ayer el senador demócrata Dick Durbin, quien tildó la idea de “fantástico dispendio para amenizar al mandatario”.
Por el momento, según reconocen desde la Casa Blanca, apenas se están “estudiando las opciones”, si bien fuentes del Pentágono informaron que el Departamento de Defensa “se encuentra en proceso de determinar los detalles específicos” del que podría suponer el primer desfile de este tipo desde hace casi 30 años.
La última gran parada militar de las tropas estadounidenses fue en 1991, cuando miles de personas se congregaron en las calles de Nueva York y Washington, entre otras ciudades, para recibir a los soldados que volvían de Kuwait tras el final de la Guerra del Golfo. A día de hoy, sin embargo, pocos parecen ser los motivos para la celebración por parte de un Ejército que combate en Siria, Irak y Afganistán, donde se han dejado la vida miles de soldados en el transcurso de la guerra más larga de la historia del país; un conflicto que, además, parece lejos de resolverse.