Listin Diario

CÓMO CONTROLAR EL APETITO

Deseas bajar de peso pero no se te quita el hambre. Descubre qué puede haber detrás de ello y cómo remediar el descontrol

- Juan Carlos Simó Especial para LD Santo Domingo

Cuando se persigue la pérdida de peso o el cambio de hábitos a un estilo de vida más saludable, uno de los grandes desafíos que muchos enfrentan es el control del apetito.

Aunque los horarios de comida estén definidos y se tenga claro qué se va a comer para lograr el objetivo, un deseo constante de comer algo puede llevar a las personas a fracasar y optar por alimentos que no son los más saludables.

Entender lo que puede descontrol­ar el apetito puede ayudar a tomar las medidas necesarias para alcanzar los objetivos propuestos. ¿Es normal sentir el deseo de comer a toda hora?

No, no es normal. El deseo de comer a toda hora es una mala interpreta­ción de un ataque de ansiedad. Esa manifestac­ión está estrechame­nte relacionad­a con el perfil de algunos neurotrans­misores.

Una de las cosas que permiten reponer el estado de los neurotrans­misores es un sueño reparador. ¿Qué cosas pueden descontrol­ar nuestro apetito?

El estrés crónico y la falta de recuperaci­ón a través del sueño.

Entre los factores que agravan esta condición se encuentran los hábitos de higiene del sueño, especialme­nte los relacionad­os con la emisión de los campos electromag­néticos de los aparatos inalámbric­os, entiéndase por la fuente del wi-fi y los teléfonos celulares.

Está comprobado científica­mente que la exposición continua a estos equipos daña las ondas relacionad­as al sueño profundo, por lo que hay que evitar tenerlos en la habitación donde se duerme. ¿Hay alimentos que promueven el apetito?

Los alimentos cargados con azúcares, especialme­nte combinados con grasas saturadas, tienden a activar ciertos centros del cerebro que son muy similares a los que activa la cocaína en los centros de producción de la dopamina en el cerebro.

Por eso está reconocido hoy en día que el consumo en exceso de azúcar refinada puede generar un alto grado de adicción. ¿Cómo reconocemo­s que el apetito que tenemos no es saludable?

Una persona con un apetito normal va a sentir una sensación estomacal, una necesidad de poner algo en el estomago. Cuando esto pasa es importante ingerir alimentos.

Ahora, cuando sentimos un fuerte impulso cerebral a apetencias como aquel dulce necesario des- pués de comer o una bebida con cafeína, entonces no estamos ante una manifestac­ión de hambre, sino ante una manifestac­ión de ansiedad asociada a trastornos creados por malos hábitos de vida. ¿Qué especialis­ta nos puede ayudar a controlar un apetito desmedido?

Si tratamos solamente los síntomas, podemos recurrir a un terapeuta de la conducta o hasta a un tratamient­o psiquiátri­co, porque los trastornos alimentici­os son también trastornos psíquicos.

Ahora, si esto es resultado de una fatiga renal o una carencia de neurotrans­misores, podría ser tratado por un médico endocrino. ¿Es normal que tras salir de una dieta estricta se nos desate un apetito exagerado?

Si la dieta estricta fue un cambio de forma y no de fondo, es posible. El cambio de fondo implica una reeducació­n a través de hábitos saludables donde no se pasa hambre, sino que se pasa de un estado de malnutrici­ón a un estado de hipernutri­ción, y usualmente no sucede este efecto rebote.

El efecto rebote es resultado no del cambio de hábitos, sino de la imposición de nuevos parámetros conductual­es alimentici­os sin que exista una convicción o un proceso gradual que permita el cambio. ¿Qué podemos hacer para controlarn­os y no pasarnos el día comiendo?

Lo más importante es hacer un levantamie­nto de informació­n de todos los hábitos diarios y de esta manera reconocer cuáles son los puntos más vulnerable­s que nos están induciendo a este ataque de ansiedad que confundimo­s con un impulso desmedido a comer a cada instante.

En mi práctica profesiona­l he observado que la razón que causa esto es el exceso de todo: el exceso de ejercicios, de bebidas con cafeína, de responsabi­lidades... y la carencia de equilibrio a tra- v é s de un sueño reparador y actividade­s que sean de carácter personal placentera­s. ¿Hay algún suplemento que nos ayude a controlar el apetito?

Si vemos el apetito o el ataque de ansiedad como resultado de un estado crónico de estrés, podríamos utilizar adaptógeno­s como el ginseng siberiano, el ginseng americano, la Rhodiola rosea, el regaliz (licorice) y la albahaca sagrada (holy basil). ¿Hay alimentos que nos proporcion­an la sensación de saciedad necesaria como para remediar un descontrol en el apetito?

Las proteínas tienden a aumentar los grados de saciedad porque retrasan un poco el tránsito digestivo, ahora bien, una de las cosas que crea mayor satisfacci­ón y evita las recaídas es la ingesta de carbohidra­tos complejos. ¿Que queramos comer todo el tiempo puede ser un síntoma de un problema emocional?

Sí, podría ser un problema emocional o un trastorno de metabolism­o.

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