Olimpiadas Invierno unen Corea
Los deportes son una recia combinación de política y negocios, y esto se vio en alto relieve con los XXIII Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en Corea del Sur, donde hubo la novedad de que los nacionales del norte y sur participaron como un solo equipo mientras que los rusos fueron penalizados por supuestamente violar la política de control del dopaje. Los anfitriones de los pasados juegos de invierno fueron excluidos, aunque se aceptó que sus atletas compitieran desfilando con la bandera del Comité Olímpico con aceptación del gobierno ruso. En nuestro país esta variedad de olimpiadas carece de difusión de prensa porque somos tropicales. Puerto Rico y Jamaica participan quizá por estar tutelados por Estados Unidos y Gran Bretaña, naciones con tradición en practicar deportes de nieve. Meses antes de las competencias hubo constantes fricciones por los ensayos balísticos de los coreanos del norte. Estados Unidos y Corea del Sur hicieron ejercicios de exhibición de sus equipos militares y promovieron sanciones económicas contra el régimen político totalitario. Los coreanos dicen que el país es uno solo. En la ceremonia inaugural en Seúl estuvo una hermana del mandatario. La primera de la familia que visita la zona desde el final de la guerra entre ambas zonas. Este evento, con una inversión de más de 12 mil millones de dólares, requirió la construcción de múltiples obras de infraestructura que incluyen redes de transporte desde la capital hasta la zona de competencias durante estas olimpiadas invernales que incluyen varios deportes. También inauguraron un tren de alta velocidad y un sistema de autobuses que conecta la Villa Olímpica con los lugares de competencia. En el acto inaugural en el estadio de Pyeongchang, Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, se dio un fuerte apretón de manos con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in. Esta exhibición pública de cordialidad ya antes había sido expresada en un almuerzo la enviada norcoreana entregó una carta de su hermano invitando a Moon a visitar a su vecino cuando sea conveniente. La hermana del dirigente norcoreano dejó un mensaje en el libro de visitas de la residencia presidencial que dice: “Espero que Pyongyang y Seúl se acerquen en los corazones de los coreanos y traigan la unificación y la prosperidad en un futuro próximo”. Trump no da mucho crédito a esta melcocha. Mientras, en las pistas nevadas firmas de ropa y equipos también compiten.