TESTIMONIO que afianza el crecimiento de la producción de pimienta
Con el inicio del Proyecto Manejo y Conservación de los Recursos Naturales de las Colinas Bajas, impulsado por Barrick Pueblo Viejo de la mano de la organización social y ambiental ENDA Caribe y la Federación Zambrana Chacuey, José Belén logró éxito en el
José Belén es de Zambrana, localizado en la provincia Sánchez Ramírez, muy cerca de la mina de Pueblo Viejo. Hace alrededor de 20 años había emprendido su viaje hacia Santo Domingo, para “probar suerte” en lo económico y así ayudar aún más a su familia.
“Duré como cinco años en la ciudad, la cosa se puso muy difícil y volví al campo en el 2002, a mi campo, a mi casa”, explica Belén.
Su familia es de agricultores, y toda ella ha nacido y crecido en Zambrana. Desde muy temprano Belén se levanta con el propósito de trabajar en la agricultura, pues para él su conuco es su vida, cuando no está en su plantación de cacao, está revisando su producción de chinola, de piña, o de pimienta.
“Siempre estoy en mi parcela”
En la medida que han pasado los años, Belén ha incursionado en diversificadas labores agrícolas. Empezó con la producción de la yuca, luego se dedicó a la siembra de piña, e incorporó más adelante plantas de plátano.
Con el inicio del Proyecto Manejo y Conservación de los Recursos Naturales de las Colinas Bajas, impulsado por la empresa Barrick Pueblo Viejo de la mano de la organización social y am- biental ENDA Caribe y la Federación Zambrana Chacuey, Belén amplió su producción permitiendo que al mismo tiempo pudiera producir plantas con las que obtuviera recursos económicos para el sustento y alimentación de su familia, como la protección de los suelos. Incluyó en esta etapa la siembra de pimienta.
“La visión que tenemos con la pimienta es crecer. La pimienta genera mucho dinero y es algo que uno lo pone y no tiene que estar recogiendo todos los días, se recoge dos veces en el año. He visto compañeros que en un corte obtienen al menos RD$300,000 en una parcela parecida a esta”, señala el agricultor José Belén.
“Agradezco al proyecto que Barrick trajo a nuestras comunidades. Con esto después de que volví he podido avanzar, y definitivamente todo es diferente a como era antes”, añade.
Trabajando así es como se logran los sueños. “Tengo dos hijos, y mi idea es que más que trabajar la tierra, estudien para que tengan más opciones. Y que luego trabajen para que aprendan de agricultura; que vean cómo es que se logran los sueños”, dice.
Con lo que Belén produce en su parcela contribuye con el sustento para su familia. Dice que siete años atrás la situación era más difícil, pero que fue la agricultura heredada de su padre la que le permitió crecer y respaldar la educación de sus hijos.
Cuando era niño, en un momento de crisis, vieron oportunidad con la siembra de la chinola. “Con la producción de la chinola de mi padre, nosotros, sus hijos, evitamos tener que echar un día (trabajar en la parcela de otra persona) para lograr el sustento de la casa, en ese tiempo la chinola nos empujó hacia adelante”.
El cacao es para él su pensión. Si Belén necesita algo, va a su parcela y “algo encuentra”. Dice que como el cacao dura más o menos 3 años para producir, “siempre le sembramos plátano que mientras el cacao no está produciendo el plátano lo está, además de que sirve para dar sombra al cacao mientras crece”.
Programa de Desarrollo y Diversificación Productiva Sustentable
Entre los años 2011 y 2016 Barrick Pueblo Viejo, en alianza a la organización ENDA Caribe y la Federación de Agricultores Zambrana Chacuey, hoy Asociación Zambrana Chacuey llevó a cabo la implementación del Proyecto Colinas Bajas Los Haitises, el cual tenía como propósito el apoyo de la reforestación del corredor biológico nacional que va desde Piedra Blanca hasta el parque nacional de Los Haitises.
El proyecto de Manejo y Conservación de los Recursos Naturales de las Colinas Bajas permitió contribuir al aumento de la superficie de sistemas agroforestales (cacao, frutales asociado con cultivos). Al incrementar la cobertura forestal (plantaciones de rápido crecimiento con propósito comercial) se obtuvo conectores entre los bosques existentes, el parque nacional Los Haitises y las áreas protegidas de la Cordillera Central.
Este 2017, la iniciativa llega a una nueva etapa dentro de su enfoque de sostenibilidad, y da paso a la creación del Programa de Desarrollo y Diversificación Productiva Sustentable con el cual se busca continuar con las acciones anteriores, esta vez, de manera focalizada en los cinco componentes más importantes de la ejecución anterior: producción agrícola y forestal; la arborización de microcuencas; la construcción de miniacueductos; emprendimientos apícolas y el desarrollo de huertos tanto familiares como escolares, centrado en 39 comunidades cercanas a la operación minera.
Con esta nueva modalidad se prevé lograr para finales de su primer año de implementación: La reforestación de al menos cinco microcuencas reforestadas con más de 50,000 plantas endémicas y nativas, integrando en las jornadas de reforestación a más del 50% de las organizaciones de las comunidades donde estas se encuentran, y al 60% de los centros educativos de la zona.