UN MOMENTO Viacrucis
Hay una práctica que se da en nuestra vida diaria que podría pasar desapercibida, pero que en la Cuaresma camina por nuestras calles.
En efecto, caminan en nuestras calles esas procesiones llamadas viacrucis. El viacrucis recuerda catorce momentos de la vida dolorosa de Jesucristo.
¡Tanta gente pasa por la experiencia de recordar junto a Jesucristo su propia cruz, su propio sufrimiento, sus propios dolores! El viacrucis tiene una realidad religiosa, pero los científicos no saben que ese viacrucis ayuda a una terapia interior. No se hace por ese motivo y sin embargo uno de los resultados es justamente ese. Además de esto, nos ayuda a recordar que hay mucha gente pasando viacrucis con sus necesidades.
En el viacrucis, en el camino de la cruz de Cristo, realicemos hoy nuestro primer viacrucis de Cuaresma. Ofrezcamos el viacrucis diario por tantos hombres y mujeres que caminan un viacrucis real en la vida y que sin embargo no van a hacer el viacrucis religioso de los viernes de Cuaresma, que les podría ayudar a superar esos viacrucis diarios. Y es que todo el mundo alguna cruz, algún sufrimiento, algún dolor, algún problema tiene: es el viacrucis en nuestras vidas y el viacrucis en la vida de los demás.
Ayudémonos a llevar nuestras cruces y ayudemos a tantas personas que no tienen quien les ayude a llevar sus cruces en este camino de la vida. Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.