Los Cachorros lucen armados
Con la reciente contratación del lanzador japonés Yu Darvish, los Cachorros de Chicago resolvieron la única interrogante importante que tenían en su roster, por lo que llegan a los entrenamientos sin cuentas pendientes y parecen posicionados para regresar a la post-temporada por cuarto año consecutivo.
Luego de perder la Serie de Campeonato de la Liga Nacional a manos de los Dodgers, la gerencia del equipo quedó con el proyecto ineludible de prácticamente reconstruir un cuerpo de lanzadores que vio partir a los abridores Jake Arrieta y John Lackey, al cerrador Wade Davis y a los relevistas Héctor Rondón y Koji Uehara.
Unos 100 días después, podemos decir que los ejecutivos Theo Epstein y Jed Hoyer cumplieron su misión, mejorando un equipo que ganó 92 partidos en 2017 y que tiene un tremendo núcleo de jugadores de ofensiva (encabezado por Kris Bryant y Anthony Rizzo) que estarán bajo el control de la organización por varios años. La primera adquisición fue Tyler Chatwood, pautado para ser el quinto abridor del conjunto. El derecho fue firmado a un contrato de tres temporadas y US$38 millones de dólares. De primera impresión, no luce un buen negocio para los Cubs, toda vez que Chatwood tuvo marca de 8-15, 4.69 y tiene dos cirugías Tommy John a cuestas.
Pero veamos un poco más profundo: El año pasado, el lanzador de 28 años tuvo PCL de 3.49 fuera del Coors Field, hogar de su equipo anterior (Rockies de Colorado) y escenario devastador para el pitcheo. Si juntamos su efectividad en la ruta en las últimas dos estaciones, nos encontramos con un excelente 2.57.
Por otro lado, la velocidad de su bola rápida experimentó un incremento significativo en 2017, con promedio de 94.7 millas por hora contra 92.6 y 92.2 mph en los dos años anteriores. Y su curva tuvo un “spin rate” (velocidad de rotación) de 2,980 rpm, quinto mejor en el béisbol en la temporada anterior. El spin rate es una herramienta cada vez más utilizada por los departamentos de analítica de los equipos para evaluar pitcheos rompientes.
Chatwood es un lanzador que permite una alta cuota de rodados, importante cuando la brisa está soplando a favor de los bateadores en Wrigley Field. Podemos proyectar que, en base a su historial, el derecho promediará entre cinco y seis entradas por salida y lanzará de manera efectiva.
El siguiente hueco que llenaron los Cachorros fue el dejado por el cerrador Davis, firmando a Brandon Morrow, lanzador de extraordinario “stuff”, pero con tendencia a lastimarse con frecuencia.
Si vamos a hablar de lesiones en el brazo, Morrow las ha sufrido prácticamente todas. Pero también se vio afectado de una enfermedad pulmonar en 2015 y para colmo es diabético. No obstante, su regreso con los Dodgers en 2017 fue espectacular, con marca de 6-0, 2.06, y más de 10 ponches por cada nueve entradas, a pesar de que no fue subido a Grandes Ligas hasta el 29 de mayo.
Su bola rápida tuvo una velocidad promedio de 97.7 mph y su slider de 88.9 mph. Por eso los Cachorros decidieron correrse el riesgo de darle un pacto de dos temporadas a Morrow, con la idea de que sea el cerrador del conjunto. Con el historial del talentoso lanzador derecho, tendrán que mantener los dedos cruzados en relación a su salud...
Lo que nos lleva a la siguiente contratación, el relevista de lanzamientos submarinos con experiencia de cerrador, Steve Cishek, quien viene de una excelente temporada en actuación combinada entre Seattle y Tampa Bay. El lanzador de 31 años exhibió PCL de 2.01 en 44.2 entradas con WHIP de 0.90. Durante su carrera ha sido un cuchillo contra bateadores derechos, logrando promedios de la oposición de .205/.267/.286. Además, tiene experiencia como cerrador, salvando 73 juegos entre 2013 y 2014. Aunque su rol ideal es como relevista intermedio especializado en dominar a los derechos, de seguro verá situaciones de salvamento en las ocasiones en que Morrow no esté disponible.
La oficina de los Cubs completó sus trabajos de la temporada muerta esta semana, otorgando un contrato de seis años y US$126 Millones al japonés Yu Darvish para fortalecer su rotación de abridores. Igual que en el caso de Chatwood, no todas las señales con Darvish son positivas. Su PCL ha desmejorado en cuatro años consecutivos, y sus dos salidas para los Dodgers en la Serie Mundial fueron desastrosas.
Sin embargo, Darvish promedió 94.2 mph con su bola rápida el año pasado y tiene un amplio repertorio que incluye un excelente slider, cutter, curva y cambio. Es uno de los principales ponchadores de su generación, con un promedio de 11 ponches por cada nueve entradas en más de 800 episodios de liga grande. A pesar de las altas y bajas, entendemos que el japonés de 31 años justificará su contrato y se convertirá en un sólido segundo abridor para los Cubs, que redondean su rotación con Jon Lester, Kyle Hendricks, José Quintana y Chatwood. Con estas adiciones y una de las ofensivas más potentes del negocio, los Cubs tienen posibilidades de competir nuevamente en la Serie Mundial.