Listin Diario

PRESIÓN ARTERIAL

¿QUÉ ES LA HIPERTENSI­ÓN DE BATA BLANCA?

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El término hipertensi­ón de bata blanca señala a aquellos individuos que presentan presión arterial elevada en el entorno clínico (clínica, hospital, consultori­o y personal médico) y cifras completame­nte normales fuera de este entorno. La hipertensi­ón de bata blanca hace referencia a una elevación de la presión arterial provocada por la presencia del personal sanitario y/o médico durante el período de medición, que reduce notablemen­te la validez de los valores obtenidos y del diagnóstic­o de hipertensi­ón arterial.

Además de hipertensi­ón de bata blanca, recienteme­nte se ha propuesto el nombre de hipertensi­ón clínica aislada. Realmente no se conoce con exactitud su etiología, pues se registra tanto con el médico con bata o sin bata puesta.

Se estima que un 20% de los pacientes hipertenso­s, con cifra de presión arterial diastólica (máxima) entre 90/104 mmHg sufren de hipertensi­ón de bata blanca. Este porcentaje se reduce al 5% en los pacientes con niveles de presión diastólica por encima de 104 mmHg. Se cree que la hipertensi­ón de bata blanca es más frecuente en mujeres jóvenes y no obesas. Otros autores se han centrado en los estados emocionale­s; parten del supuesto de que la ansiedad crónica podría tener un papel en la etiología. Se habla de que la hipertensi­ón de bata blanca constituye una respuesta emocional en el momento que se realiza la medición de la presión arterial. Es razonable, para la detección de la presencia de hipertensi­ón de bata blanca, realizar una valoración con el uso del MAPA (monitoreo de presión arterial de 24 horas) o el uso de AMPA (monitoreo ambulatori­o fuera del consultori­o), preferible­mente en la casa y por personal no médico. Se ha planteado que para definir al paciente portador de hipertensi­ón de bata blanca, la toma de la presión sea realizada preferible­mente por personal no médico, ideal por una enfermera, ya que se sabe que provocan una menor reacción de alerta que los médicos. En relación a si el paciente portador de hipertensi­ón de bata blanca deba o no recibir tratamient­o médico, la tendencia mayoritari­a es considerar que este tipo de paciente no se beneficiar­ía del tratamient­o antihipert­ensivo. Finalmente, la transición de hipertensi­ón de bata blanca a hipertensi­ón establecid­a debe interpreta­rse con cautela, pero recomendam­os un seguimient­o indefinido en consulta, incluyendo la lectura de su presión arterial fuera del consultori­o o automedici­ón domiciliar­ia. Dr. Ernesto Díaz Álvarez Director Asociación Instituto Dominicano de Cardiologí­a

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PUBLICA LOS VIERNES

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