Dragic, de héroe nacional al juego Todos Estrellas
Luego de 714 partidos en la NBA, 145 encuentros en ligas internacionales y 91 cotejos sancionados por la FIBA, Goran Dragic es oficialmente All-Star en la NBA.
Independientemente de haber actuado como reemplazo a lesionados, el base del Miami Heat, de 31 años, ha jugado el mejor baloncesto de su carrera durante las últimas dos temporadas, manteniendo su ímpetu en un momento en el cual la mayoría de los bases comienzan a perder fuelle. Esa resistencia mostrada por Dragic en la cancha ha sido un tema constante durante su carrera en la NBA, una que estuvo a punto de terminar en poco tiempo.
“Durante ese primer año en el cual tuve dificultades, consideré la idea de regresar a Europa”, comentó Dragic a ESPN durante el Eurobasket celebrado en Helsinki el verano pasado. “Estaba solo. Llegué a llorar en mi habitación cuando hablaba con mi padre. ‘No me dan la oportunidad. Esto no es para mí’ .... Si hubiese estado en una situación distinta en un equipo diferente, probablemente habría regresado a Europa”.
Su ascenso en Eslovenia
Mientras crecía en Ljubljana y jugaba para el pequeño club Ilirija, Dragic tomaba rebotes y hacía pases al pecho al futuro ala-pívot de la NBA Rasho Nesterovic durante algunos veranos. El entrenador del equipo le decía a menudo a Nesterovic que algún día Dragic jugaría en la NBA, lo cual desató risas en el hombre de 7 pies de altura.
“Era una persona muy diferente”, expresa Dragic. “Era delgado, pequeño y sumamente rápido. No era un anotador. Era más un facilitador en la cancha. Mi enceste no estaba del todo perfeccionado. Era tan rápido, me quería meter muy rápido en la pintura, por lo cual no trabajaba mucho en mi juego en aquél entonces”.
Menos de una década después, Dragic, con 20 años, debutó en la selección nacional de mayores de Eslovenia como compañero de Nesterovic durante el Mundial de Baloncesto 2006.