CHANEL LO QUE LE ESPERA EN EL SNS
DANILO SACA A VAN TROY Y CONTINÚA CON NUEVOS NOMBRAMIENTOS
El nuevo director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Chanel Rosa Chupany, tendrá que enfrentar un alto nivel de presiones en su nuevo cargo.
Mientras el doctor Nelson Rodríguez Monegro anunció su decisión de no aceptar el cargo de asesor hospitalario del Poder Ejecutivo asignado por decreto tras “dejar” el Servicio Nacional de Salud (SNS), su nuevo incumbente Chanel Rosa Chupany tendrá que enfrentarse a un alto nivel de presiones, matizadas por demandas de los gremios, denuncias de indelicadezas y precariedades del sistema hospitalario.
En tanto, la doctora Mercedes Rodríguez, quien deja el viceministerio de Planificación del Ministerio de Salud, encuentra en Senasa una institución con procesos bien definidos, pero con el reto de administrar la alta demanda de servicios de salud que registra la población, sobre todo la más pobre del país, así como la competencia desleal, que según denunciaron recientemente sus autoridades, hacen empresarios para evitar la afiliación de sus servidores.
Ayer, en rueda de prensa, Rodríguez Monegro atribuyó a presiones de sectores afectados por decisiones que tomó con miras a organizar, profesionalizar y eliminar la política de los centros asistenciales, su salida de la institución en la que fue nombrado por decreto atendiendo a lo establecido en la Ley 123-15.
Recordó que el cargo está establecido por cuatro años y la sustitución o ratificación debe hacerla efectiva el presidente de la República en virtud de una terna que presente el Consejo del SNS y que otra opción planteada por la legislación es la renuncia, camino que deci- dió tomar. Entre las principales dificultades que debe enfrentar el nuevo director del SNS se encuentran debilidades en la capacidad de respuesta a la población que demanda servicios de salud debido al proceso de remodelación, reconstrucción y construcción en que se encuentran más de medio centenar de hospitales a escala nacional y limitaciones de equipos, así como imposibilidad de lograr que servidores de salud, sobre todo médicos, dejen la resistencia de cumplir horarios en hospitales.
Además de inconformidades de médicos, enfermeras, bioanalistas, técnicos y administrativos que aseguran no se cumplen a cabalidad con los acuerdos firmados por sus gremios con el Gobierno a finales de 2016, y quejas por recarga de trabajo ante la falta de personal en los hospitales luego de que hace más de un año se pensionaran por decreto cerca de 6,000 servidores de la salud.
A esto se suman, presiones de empleos de diferentes sectores, sobre todo de políticos, para el nombramiento de personas en centros de salud y enfrentar comportamientos inadecuados que riñen con la ética, que había denunciado con responsabilidad en diferentes ocasiones, su antecesor Rodríguez Monegro.